Otro artículo escrito desde fondo de un corazón triste y que quizás nunca vea la luz, quizás digo pues mejor que sea de esta forma, para que deben otros leer algo tan personal, tan íntimo, tan mío, tal vez hasta se puedan ofender, no lo sé.
Hoy en la iglesia estaba pensativo porque algo no andaba bien y esto ya venía desde hace algún tiempo atrás, pero hoy particularmente me toco y casi me tumba, de no haber sido por Dios y su apoyo cuando sentimos que ya no podemos, por eso lo amo tanto.
A veces parece que la batalla es solo de algunos cuantos, o al menos solo algunos se la toman en serio, otros simplemente no lo sé, a veces parece que las personas le ponen prioridad a todo menos a Dios, el domingo deja de ser un día separado y empieza a parecer más un día más y las personas lo piensan antes de dárselo a Dios, tal vez si no hay algo más importante me apareceré por ahí, tal vez, y el compromiso se desvanece y de nuevo Dios queda relegado a un costado.
¿Qué paso con el Dios es primero?, ¿Qué paso con él será hasta la sangre?, ¿Adonde se fue la convicción? Preguntas sin respuesta aparente, a veces quisiéramos contagiarnos de este espíritu agarrar nuestra bicicleta un día domingo mandar todo a volar y pedalear, relajarnos quizás como la mayoría tal vez lo hace, pero hay una palabra que arde como un fuego consumidor dentro de nosotros y se llama CONVICCION.
No somos perfectos, no nos interesa ser ejemplo porque vamos a decepcionar a muchos, pero no nos guiamos por lo que los hombres dicen, la Biblia que es nuestro manual de vida nos dice que “maldito el hombre que confía en el hombre”, además esa misma Biblia que no solo leemos, sino que estudiamos con fervor nos habla de los inicios complicados de los hombres de Dios, repasemos:
Pablo paso como 10 años en la congeladora antes de salir a predicar, David paso como 15 años o algo por ahí huyendo por aquí y por allá, los profetas pasaron tiempos complicados durante sus ministerios los cuales en algunos casos fueron largos, Jesús paso 30 años tras las cortinas… Entonces ¿Por qué lloramos cuando no vemos resultados inmediatos? La Biblia dice que con muchos o pocos la obra es de Dios no de los hombres y nuestro tiempo no es su tiempo, solo es cuestión de paciencia y de no claudicar pues en el tiempo menos pensado esto puede explotar y quizás por cansarnos o aburrirnos nos podemos perder de lo que Dios va a hacer y no creo que sea eso lo que deseemos.
CONVICCION, PASION, FUEGO, palabras con mayúsculas, necesarias cuando vemos que a veces todo alrededor parece oscuro, cuando ya no tenemos fuerzas, cuando vemos que es muy fácil llenar iglesias predicando tonterías, triste ver cómo la gente se deja engañar y como los muchos cristianos respetados que fácilmente llegan a las masas empiezan a torcer el camino correcto.
Estamos en los últimos tiempos y las cosas van de mal en peor en este mundo, pero alguien dijo por allí que no debemos retroceder ni rendirnos jamás y gracias a Dios que nos demuestra cada vez que queremos claudicar siempre de alguna u otra forma nos muestra que él desea que sigamos pues aún queda mucho por hacer y por lo menos hoy a través de la predica eso quedo recontra claro, somos humanos, nos deprimiremos muchas veces tal vez, pero nuestra esperanza no recae en lo que sentimos, sino en nuestro Dios quien dio a su hijo por nosotros y desea que le demos nuestra vida. Que la dediquemos a su servicio y también nos muestra que no estamos solos pues aún hay personas que verdaderamente quieren seguir luchando y junto a ellos marcharemos hasta que nuestro buen Dios nos llame a casa y soñamos con que nos diga: “Bien hecho siervo bueno y fiel”.
Así que ha seguir guerreando pues aún falta mucho por hacer. Efesios 6 y adelante….
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