#JesusLibertario
Ezequiel 13.18
“¡Ay de aquellas que cosen vendas mágicas para todas las
manos, y hacen velos mágicos para la cabeza de toda edad, para cazar las almas!
¿Habéis de cazar las almas de mi pueblo, para mantener así vuestra propia
vida?”
El rey Nabucodonosor, rey de Babilonia, había iniciado la
expansión de su reino; llegó a sitiar dos veces a Jerusalén, llevando cautivos
a muchos de los habitantes pero el rey de Judá, príncipes y muchos de sus
habitantes aún estaban ahí. Personas que se hacían pasar por profetas, decían
que los cautivos pronto regresarían así que no había porque alarmarse; asimismo
profetizas que hacían amuletos, aseguraban que si usaban sus velos y vendas,
nada malo les pasaría; sin importan si volvían su corazón a Dios… pero era
mentira. Dios había dicho que Israel, a causa de su rebeldía, iba a ser
totalmente desterrado, destruido Jerusalén y el Templo.
Al leer esto, diremos “pero que ingenuos para creer en
estas cosas”. Pero no estamos tan lejos de su historia, seguramente escuchas (o
hasta tú mismo lo crees) frases como “Creo en Dios, soy salvo”, “No hago daño a
nadie, soy bueno”; y aun denominándote “cristiano” te repites “mis padres me
llevan desde pequeño a la Iglesia, así que yo también soy cristiano”, “nada me
falta, es porque Dios me está bendiciendo” (y apenas repites una breve oración
al tomar tu desayuno), “voy a la Iglesia y sirvo en algún ministerio, así que
le cumplo a Dios” (mientras que mucho de esa “obra” se vuelve una carga más en
tu vida). Y estas frases se vuelven vendas, velos, ataduras a nuestra alma
porque no nos permite tener una libertad con nuestro Señor, una relación
personal con Él (que debería empezar desde que tu despertador dice que es hora
de levantarte), y nos vamos separando cada vez más de Él; ya nuestro corazón no
busca intimidad con Dios, ya nos da pereza abrir la Biblia y aburre orar,
quisiéramos estar con nuestros amigos (incluso de la iglesia), estar en el
Facebook nos divierte más, ver películas es nuestro relajo, hacer cualquier
otra cosa menos estar en su Presencia basta para nuestra vida.
Eso esclaviza, te ata a una mentira como lo hacían esos
amuletos para el pueblo de Israel. Te llevará a la ruina. Dios quiere cumplir
su voluntad en tu vida, y hacerte libre de todo eso: “He aquí yo estoy contra
de vuestras vendas mágicas, con que cazáis las almas al vuelo; yo las librare
de vuestras manos, y soltaré para que vuelen como aves las almas que vosotros
cazáis volando… Por cuanto entristecéis con mentiras el corazón del justo al
cual yo no entristecí…” (Ezequiel 13.21-22). Dios desea que vuelvas a Él, que
retomes al camino correcto con un gozo que solo Él sabe darte. “Si vosotros
permaneciereis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y
conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” (Juan 8.31-32). “Párense en
los caminos, y miren, pregunten por los senderos antiguos, donde está el mejor
camino, síganlo, y ENCONTRARÁN DESCANSO” (Jeremías 6.16).
No hay trucos, no hay amuletos, no hay secretos en este
andar. Sólo depender cada vez más de Él y comprender que sin Él eres nada.
#DanielJ #Adhulam
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