#Discípulo
1 Corintios 15.58
“Así que, hermanos míos amados, estad firmes y
constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro
trabajo en el Señor no es en vano”.
Se cuenta la historia de un pastor que tenía una pequeña
iglesia cuyos miembros consistían en siete ancianas y eso fue por años, tal es
así que una por una se fueron muriendo hasta que el pastor se quedó solo y
desanimado junto a su esposa y a su pequeño hijo. Sin embargo, luego de lo
sucedido Dios quien siempre estuvo trabajando en favor de su Iglesia (aunque no
se veía), hizo que aquella Iglesia empezara a florecer. Dios estaba probando su
carácter. La Biblia cuenta de siervos de Dios que sudaron literalmente sangre,
sudor y lágrimas y sin embargo en algunos casos, su ministerio demoro en
despegar y en otros, nunca lo hizo. Incluso si se midieran las cosas por
resultados como lo que hoy muchos buscan, podríamos concluir que el ministerio
de Jesús fue un total fracaso pues no se vieron “grandes” resultados, pero
sabemos que no fue así. El mundo busca resultados inmediatos y exitosos, Dios
busca carácter y fidelidad.
Muchas veces nos desanimamos como aquel pastor que
dirigía a un grupo de ancianas porque sentimos que ponemos todo de nuestra
parte y pareciera que nuestro fruto no aparece. Muchas veces damos todo en un
ministerio y parece infructuoso todo lo que hacemos. Al no ver resultados, nos
afligimos. Lo cierto es que para Dios un día es como mil años, Dios mira el
tiempo de manera diferente que nosotros, Él no anda preocupado por los frutos
como un asunto primario, sino Él prueba tu carácter para formarlo de modo que
la fidelidad y la paciencia se haga parte de tu vida. Él conoce absolutamente
todo lo que haces por Él y sabe de la sangre, el sudor y las lágrimas que has
puesto para que la obra avance, solo quiere que tengas paciencia y paciencia es
carácter.
La Biblia dice: “A fin de que no os hagáis perezosos,
sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas
(Hebreos 6.2). Discípulo, persevera, sigue adelante, sigue en la lucha porque
Dios conoce a los suyos y los está formando para dar fruto en su tiempo.
Recuerda que la paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces. Sigamos
trabajando arduamente y en el tiempo estipulado por Dios y los resultados
llegarán. No te quedes a mitad del camino. Esfuérzate y se valiente, y grábate
esto en la cabeza: “Tu trabajo en Dios NO es en vano”
#LuigiZelote #Adhulam
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