martes, 22 de marzo de 2016

UNO POR TODOS


1 Juan 4.9-11
“Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de él. 10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados. 11 Queridos hermanos, ya que Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros”.
Tu amor no entiende de fronteras y no tiene principio y final.
Tu amor llegó a la rivera de un planeta que no sabe amar.
Tu amor, barco de madera en un puerto lujoso del mar.
Tu amor es la respuesta que los sordos no quieren escuchar.
Ya subió la marea 
Todos huyen del litoral
Las olas se agitan y arrecian
El viento golpea y golpea.
El tsunami derribó todo navío 
Y no hay rastro de nada en el mar
Sólo espera solitaria en el puerto
Una pequeña barca en el mar.
Un viejo marino me dice:
¡Hey muchacho no te asustes!
Aquí todos se maravillan
Con super héroes de universos ficticios,
Pero todos huyen cuando ruge el mar.
Hey muchacho no temas 
Hay un amor más grande que toda tormenta
Hay un amor que camina sobre el mar 
Hay un amor que arribó al planeta
Hay un amor que se entregó y pelea
Hay un amor que pagó nuestras deudas
Hey muchacho no llores
Uno pagó por todos nuestros pecados
Uno por todos los ciegos
Uno por todo los sordos.
Hey muchacho la Barca sigue en el puerto
Y nada ni nadie la puede derribar.
‪#‎CharlieP ‪#‎Adhulam


‪ AMOR EN LA CRUZ



Juan 3.16
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito para que todo aquel que en Él crea no se pierda más tenga vida eterna”.
Un ministro cierta vez estaba hablando con una pareja que estaba atravesando algunas dificultades en su matrimonio. Había mucha amargura y pesar, unida a una falta de comprensión. En determinado momento, el esposo exasperado le dijo a su mujer: “Te he dado todo”, le dijo. “Te he dado una casa nueva, un auto nuevo y toda la ropa que puedas ponerte. Te he dado…”. Y la lista continuaba. Cuando había terminado, su mujer dijo con tristeza: “Todo lo que dices es cierto. Me has dado todo, menos a ti”
Escuchamos cotidianamente mencionar el amor de Dios; hablamos de ello como su atributo más importante. Lo escuchamos en canciones, sermones, frases, etc… Es más, hasta nos hemos memorizado Juan 3:16. Sin embargo ¿Lo comprendemos? Y si no es así ¿Cómo comprender realmente el amor de Dios? Si bien es cierto, la misma creación y su provisión diaria a nuestra vida muestra Su amor, ésta no es completa; el amor de Dios se muestra completamente al entender Su obra en la Cruz. Al mirar la Cruz podemos entender que realmente significó el amor de Dios. Hay 2 verbos en ese pasaje que atrapan: AMÓ + DADO. La esencia del amor esta en dar. Pero esta vez en algo más profundo: “En esto consiste el amor; no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados” (1 Juan 4.10). Dios dándose a sí mismo, a través de Cristo, para ser Él mismo quien satisfaga la paga por nuestros pecados.
Cuando nos contemplamos, nos damos cuenta que la Justa Ley de Dios nos condena y estamos bajo su ira, ya que Dios es Santo y Justo. Sin embargo, el saber que aún a pesar de eso, Dios nos ama, debería resultarnos aún más asombroso. “Mas Dios muestra su amor para con nosotros en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5.8). Cristo murió por nosotros por su gran amor. Ese amor, ese amor tan asombroso requiere mi alma, mi vida, mi todo. ‪#‎Daniel J‪#‎Adhulam


EL MÁS GRANDE AMOR DE TODOS



Juan 3.16
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”.

Cuenta la historia de un joven que estaba siendo buscado por la policía por un delito que había cometido y debía de ser condenado a muerte. El joven se había arrepentido de lo que había hecho y fue a entregarse a las autoridades, pero cuando llegó a la dependencia policial le dijeron que ya no había cargos en su contra, porque alguien había ocupado su lugar. Cuando preguntó quién había sido, le dieron las palabras más duras que podía haber escuchado… Su madre había ocupado su lugar.
¿Serias capaz de dar la vida por alguien? Tal vez lo harías por un familiar, quizá por un amigo, pero creo que definitivamente no lo harías por un extraño; eso sería casi una locura, ¿no lo crees? Pero sabes la Biblia dice que nosotros teníamos una deuda que no podíamos pagar y que éramos merecedores nos caiga todo el peso de la ley, pero Jesús el único Hijo de Dios, se puso al frente y ofreció tomar nuestro lugar con todas las implicancias que eso conllevaría, y se podría decir que no nos conocía, pero en realidad sí que nos conocía y mejor que nosotros mismos.
Una canción antigua dice lo siguiente: “Dejaste el trono para mostrarnos la luz, de tu trono a la cruz y mi deuda pagar, de la cruz a morir, de la muerte a tu trono”. Creo que resume bien lo que Jesús hizo por nosotros, pero hay algo que muy pocos mencionan y es que más allá de todo el dolor físico que Jesús sufrió por nosotros, hubo un dolor indescriptible al llevar los pecados del mundo sobre sus hombros: fue separado de su Padre. Eso se ve reflejado en sus palabras: “Padre, Padre, ¿Por qué me has desamparado?” (Mateo 27.46). Y todo lo hizo por amor, por amor a ti y a mí. ¿No te parece que esa la máxima prueba de lo que es realmente el amor? Amor más allá de las palabras, amor hecho acción, sangre que compró nuestra redención. 1 Pedro 1.18-19 dice: “Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación”. Toma un momento, vuelve a leer Juan 3.16, reflexiona y dale gracias a Dios, por el más grande regalo que alguna persona pudo alguna vez recibir. ‪#‎LuigiZelote ‪#‎Adhulam



domingo, 13 de marzo de 2016

LA FALTA DE PERDÓN EN EL CORAZÓN DEL HOMBRE

Proverbios 17.9 
“El que perdona la ofensa cultiva el amor;
El que insiste en la ofensa divide a los amigos”.
El azotó la puerta a su salida 
Y su mirada poseída por el orgullo 
aún ni sabe qué dirección le espera.
Con sus nuevos ojos no entendía el mundo. 
Con un puño cerrado iba apretando el cuello a la cordura 
Respira, respira profundamente.
Vamos deja que el silencio siembre quietud. 
Respira, toma todo el aire que puedas.
El perdón nos invita a negarnos, a examinarnos, somos hijos del perdón. Somos hijos de muchas lágrimas. Él camino se hace largo y el tiempo no sana la herida. Él camina sin querer ver la verdad que tiene escrita en la frente y a cada paso que da, se extravía más.
El mundo sangra su falta de perdón. No es fácil reconocer que nos equivocamos. Es fácil esconder la mano después de arrojar la piedra. La falta de perdón ha destruido familias, ha zanjado distancia de padres a hijos, y aún, entre hermanos en todo el planeta, mientras consumen sus años sin puerto de llegada a la reconciliación.

Dios nos manda perdonar, a ejercitarnos en morir a nuestros egos. Jesús dio su vida y nos dio el máximo ejemplo de perdón. El amor todo lo sufre, todo lo perdona y nunca muere. Algunos pueden caminar con el corazón marchito por falta de perdón. La pregunta es, ¿quién merece el perdón? La respuesta es: ninguno. Así pues hermanos, ejercitemos el perdón dejando que la voluntad de Dios nos cincele. No caminemos el camino largo del orgullo. La Palabra de Dios nos dice: “Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo” (Efesios 4.32). Y “Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial” (Mateo 6.14).

UNA Y OTRA VEZ

Mateo 18.21-22
“Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿Cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete; sino aún hasta setenta veces siete”.
Allí estaba Pedro, tratando de hacer una pregunta aplaudida: “Asu, ¡siete veces! ¡Bien Pedro! tú sí sabes perdonar”; trataba de hacerse el experto perdonador ante los demás ya que no era sólo una, dos, tres veces, eran siete veces que podría perdonar; era bastante humillación ser vapuleado 7 veces, para Pedro (a veces también para nosotros). El Maestro lo bajó: “No Pedro no, no son siete son setenta veces siete”. No Pedro, no estés contándolas: perdona, perdona, perdona, perdona, hasta que te acostumbres a hacerlo. Y de pronto cuando estés habituado no lucharás por saber si debes o no perdonar.
“Ya no más”, nos decimos a nosotros mismos. “Esta si no te la paso”, “es la última vez que me haces sentir así”, “¿hasta cuándo contigo?”. Hay límites para muchas cosas, para otras no; el amar y el perdonar son una de las cosas que no debemos ponerle límites ¿Por qué? Porque Dios nunca lo hará contigo. Dios no deja de amarte, de perdonarte una y otra vez; por más de que superes los errores en setenta veces siete. Aquel que no perdona actúa ser un juez implacable y no logra entender como la otra persona actúa así; nos repetimos: “Jamás yo sería así de inmaduro”, “a cada rato me la hace, se pasó” Nos creemos dueños de la verdad y manifestamos que efectivamente podemos perdonar de todo, menos eso. Bueno, pues, justamente eso es todo lo que tienes que perdonar.
Perdonar es necesario, no sólo por tu paz sino para una relación correcta con Dios “Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas” (Marcos 11.25). “Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda”(Mateo 5.23-24). No te das cuenta pero, cada vez que te niegas a perdonar o pedir perdón, te vuelves prisionero de ese rencor. Y lo más triste, te acostumbras a vivir con eso: podrías pasar semanas, meses, años o quizá toda una vida sin poder saldar las cuentas y siempre tendrás una excusa para no hacerlo. Esa decisión (basada en tu ego) no te permite disfrutar realmente la vida y ¿para qué? Para que al final de un tiempo, puedas lamentarte de que ya no hay más oportunidad, y rogarías volver y perdonar, para disfrutar el tiempo perdido con esa persona. No esperes un después para perdonar. Al fin, ninguno de nosotros sabe que podría suceder mañana.



NUESTRO IMPULSO PARA PERDONAR


Mateo 6.14-15
“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas”.
Cuenta la Biblia de un hombre que le debía mucho dinero al rey, este hombre compareció ante el rey y le rogo que le pudiera perdonar la deuda, el rey movido a misericordia le condonó la deuda. Un tiempo después este hombre se encontró con un consiervo suyo que le debía una poca cantidad de dinero y le rogó que le condonara la deuda, pero no quiso y lo echo en la cárcel. El rey se enteró de esto y lo llamó ante su presencia y le recriminó por su actitud. Luego lo castigó (Mateo 18.21-32).
El perdonar no es algo sencillo, es una de las cosas más difíciles de hacer. Perdonar es difícil por el dolor que sentimos, por lo que nos hicieron, por el sentido de venganza que guardamos contra esa persona y sobretodo porque nuestro orgullo nos impide dar el primer pasó y ser los primeros en pedir perdón aun cuando la otra persona sea la culpable. Humanamente es casi imposible el pedir perdón, pero… ¿hay alguna manera de hacerlo?
Efesios 4.32
“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”.
Nuestro impulso para hacerlo debe ser tener en mente el ejemplo de Jesús. Si hay una persona a quien nadie le hubiera reprochado el no perdonar quizás sería Él. Fue acusado de algo que no cometió (se lo inventaron), se burlaron inmisericordemente, lo golpearon al punto de dejarlo casi desfigurado, sus amigos lo abandonaron. Sin embargo, nada lo detuvo, no hubo ningún resentimiento en Él, fue a la cruz para dar su vida por nosotros y sufrió más que ninguna otra persona en la historia. Y es sólo a través de Él que nosotros podemos perdonar. Nadie dice que será fácil, sobre todo con la cicatrices que quizás tengas marcadas en el corazón, pero es el mejor camino… Quítate ese peso de encima, déjalo en manos de Dios y no sigas acumulando rencor en tu corazón… ¿Lo harás?


Devocional: Músculo tallado

Cuidar lo que es de otro es el mejor camino para aprender fidelidad.
Moisés cuidaba las ovejas de su suegro mientras ellas hacían el meeeeee de rigor y David con arpa en mano hacía lo mismo con unas cuantas de su padre. El último era más joven que el primero y ninguno pensaba en los beneficios, sólo en servir fielmente aquí, allá y ahora. No era fácil para ellos y no debe serlo para nadie. Lo fácil no cuesta y lo que cuesta, vale. La fidelidad es la piedra angular del carácter por eso su precio vale en oro.

Moisés no tenía un doble o escondido interés con su suegro. David no jugaba a la maquinación de “hago esto para ver que saco”. ¡Ellos tenían escrúpulos! Moisés no soñaba ni a medias ser el libertador de nadie y David nunca se alucinó bajándose gigantes. Ambos hacía lo que debían hacer: cuidar lo que se les había confiado.

Filipenses 2.3-4: “Nada hagan por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros”.

Defender lo que no es tuyo, vigilar con ojos bien abiertos lo que no te pertenece es la prueba diaria para formar un corazón fiel. Desarrollar ojos de dueño, dando la vida por aquello que se te ha hecho responsable, y que no puedes meterle mano porque sencillamente no es tuyo es un sano ejercicio. Sólo eres un administrador, el guachimán incansable en el que Dios, un pastor, un padre o madre, un jefe de trabajo, un profe, etc. confían a ojo cerrado.

Es cierto, al hombre fiel le espera la recompensa, pero a él no le mueve la recompensa. Le mueve el amor. Y el amor lo hace fiel. ¿Amor a quién? Amor a su prójimo, amor a quien sirve, amor a quien lava los pies. El Maestro de Nazaret lo definió así: “Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Marcos 12.31). Y eso incluye también lo que posee. Abre tus ojos, la fidelidad a uno mismo no existe. Repasa, Josué sirvió a Moisés, Eliseo a Elías, Samuel a Elí, David a Saúl, Pedro a Jesús y Jesús a los hombres, y esto es figura repetida en toda la Biblia.

¿Cuidas lo que tu pastor te ha confiado? ¿Cuidas las cosas que no te pertenecen como si fueran tuyas? ¿Cuidas las ovejas que se te han confiado? David no tenía la ambición existencial de que “algún día las ovejas serán mías”. Eso es una bazofia. La parábola de los talentos de Mateo 25 no funciona sin fidelidad y en la presencia de Dios no transitará ningún repulsivo interesado. La fidelidad es un músculo que se talla en tu corazón cuando sirves, cuando tomas la toalla y lavas los pies de quien sirves. Ese es el camino del verdadero discipulado.

¿Qué te une a Dios? ¿Sencillamente el amarlo o las bendiciones que te puede dar? ¿Qué te une a tu padre? ¿El estar con él o el ir tras lo que tiene? ¿Qué te une a tu pastor? ¿El cuidar las ovejas o el interés de aprovecharte de la posición que te ha confiado? Lo tienes que sopesar. En Lucas 12.42-43 el Señor textualmente dice: “¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé la ración? 43 Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.” No tomes lo que se te ha confiado, ni presumas, no es tuyo, sólo cuídalo. Reinvindica lo ajeno y verás que Dios jamás se olvida de un corazón fiel. Él ya tiene bajo siete llaves lo que es tuyo.

Bendiciones totales,

Raul Zetta

Reflexiones y Frases para meditar

Siempre hay una luz al final del túnel

El orgullo solo prepara el terreno para una caída inminente

No seamos insensibles a las necesidades de otros.

Los gobernantes influyen en la nación de una manera positiva o negativa

Las emociones no son suficientes

El diablo trabaja con tu falta de disciplina

Todo lo que pones primero que Dios en tu vida se convierte en un ídolo

El cómo escuchas la Palabra de Dios, determina la vida que llevas

Si lo hacemos a la manera de Dios saldrá bien, si es a nuestra manera, entonces no llegaremos a ningún lugar en nuestra vida

Dios bendice a quienes caminan rectamente delante de El

Si buscas a Dios lo encontraras, pero si lo rechazas, El te desechara para siempre

La falta de oración hace que nos expongamos a muchas cosas malas.

Muchos olvidan a Dios en la prosperidad

Nunca dejas de aprender

Nunca dejes la humildad

Dios prueba los corazones
Que no te afecte lo que dicen de ti

Quienes buscan a Dios influencian de manera positiva en su nación

Tu forma de hablar te delata

Mientras mas pases desapercibido, entonces mucho mejor

Se: Pacifico, amoroso, sabio, paciente

La comodidad nunca ha sido una marca del cristianismo, la incomodidad si

Desarrolla la pasión que Dios ha puesto en ti

Pasar tiempo con Dios siempre es lo mas importante

Obras nacidas en oración.

Nunca bajes la guardia


domingo, 6 de marzo de 2016

NO BAJES EL RITMO


1 Corintios 15.58
“Por lo tanto, mis queridos hermanos, manténganse firmes e inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que su trabajo en el Señor no es en vano”.
Cuando empezamos algún proyecto nuevo o volvemos al trabajo luego de unos días de descanso por vacaciones; cuando entramos en una etapa distinta en nuestra vida o comenzamos un nuevo ciclo en nuestros estudios, nuestra intención siempre es la de dar lo mejor. Nos esforzamos por mejorar día a día, cumpliendo cada objetivo que nos trazamos… sin embargo, no somos capaces de mantener el ritmo. La rutina, el cansancio, la falta de motivación, los problemas, las cosas que faltan, y muchos otros factores hacen que poco a poco soltemos el freno del acelerador y ya no avancemos con tanto ímpetu como antes.
Lo mismo es en nuestra vida espiritual. Empezamos en el camino de la fe con el deseo absoluto de revolucionar el mundo, de compartir con otros esa noticia que fue capaz de cambiar nuestra vida. Nuestro corazón se vuelve sensible ante las necesidades de otros, y a desear trabajar de inmediato para el Señor. Le dices a Dios que use tus manos, tus pies, tus labios, todo tu cuerpo para hablar a otros de Él. Pero pasan los días y ya no es lo mismo. Algo empieza a bajarte las revoluciones. Y esto no sólo es de ahora, los primeros cristianos además de ser considerados como los raros y excluidos de la cultura de su tiempo, fueron abrumados con dudas, decepciones y frustraciones; y aun así se mantuvieron firmes. ¿Creen que eso no los afectaba? “Por lo demás, hermanos míos, manténganse firmes en el Señor y en el poder de su fuerza” (Efesios 6.10). Sabían que su trabajo para el Señor y la forma de conducirse ante otros no les iba a suavizar las cosas, sino a ponerlas más apretadas. “No nos cansemos pues de hacer el bien; porque a su tiempo segaremos, si no nos damos por vencidos” (Gálatas 6.9). “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que se vea que la excelencia del poder es de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, pero no angustiados; en apuros, pero no desesperados; perseguidos, pero no desamparados; derribados, pero no destruidos” (2 Corintios 4.7-8). Con todo eso, nada fue impedimento para ser usados por el Espíritu Santo y cumplieron con creces su misión de llevar el Evangelio a todo el mundo.
Nunca nadie dijo que trabajar para el Señor sería fácil. No lo es. No lo fue antes, y no tendría por qué serlo ahora. Cuando perteneces a Cristo y deseas trabajar fervientemente para Él, tienes que entender algo: “Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó como soldado… El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero.” (2 Timoteo 2.4, 6). Necesitamos entender que sin sacrificio no hay recompensa. Que si quieres obtener algo, tienes que soltar algo que está de más. Tienes que decidir. No hay nada más gratificante que terminar tu jornada, exhausto, sirviéndole a Él. Perderte y privarte de cosas (muchas veces innecesarias), sabiendo que tu vida alienta a la de otros; entendiendo que por Su misericordia, Él transformó algo que no tenía valor para hacerlo luz y sal en este mundo. ¿Por qué no? ¿Por qué no decidirte a sudar la camiseta por Él para que al terminar tu paso por este mundo, puedas estar confiado en presentarte ante tu Creador, esperando recibir lo que Él tiene reservado para ti? “Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman” (1 Corintios 2.9). ‪#‎DanielJ ‪#‎Adhulam


SANGRE, SUDOR Y LÁGRIMAS

#‎Discípulo 

1 Corintios 15.58
“Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”.

Se cuenta la historia de un pastor que tenía una pequeña iglesia cuyos miembros consistían en siete ancianas y eso fue por años, tal es así que una por una se fueron muriendo hasta que el pastor se quedó solo y desanimado junto a su esposa y a su pequeño hijo. Sin embargo, luego de lo sucedido Dios quien siempre estuvo trabajando en favor de su Iglesia (aunque no se veía), hizo que aquella Iglesia empezara a florecer. Dios estaba probando su carácter. La Biblia cuenta de siervos de Dios que sudaron literalmente sangre, sudor y lágrimas y sin embargo en algunos casos, su ministerio demoro en despegar y en otros, nunca lo hizo. Incluso si se midieran las cosas por resultados como lo que hoy muchos buscan, podríamos concluir que el ministerio de Jesús fue un total fracaso pues no se vieron “grandes” resultados, pero sabemos que no fue así. El mundo busca resultados inmediatos y exitosos, Dios busca carácter y fidelidad.

Muchas veces nos desanimamos como aquel pastor que dirigía a un grupo de ancianas porque sentimos que ponemos todo de nuestra parte y pareciera que nuestro fruto no aparece. Muchas veces damos todo en un ministerio y parece infructuoso todo lo que hacemos. Al no ver resultados, nos afligimos. Lo cierto es que para Dios un día es como mil años, Dios mira el tiempo de manera diferente que nosotros, Él no anda preocupado por los frutos como un asunto primario, sino Él prueba tu carácter para formarlo de modo que la fidelidad y la paciencia se haga parte de tu vida. Él conoce absolutamente todo lo que haces por Él y sabe de la sangre, el sudor y las lágrimas que has puesto para que la obra avance, solo quiere que tengas paciencia y paciencia es carácter.

La Biblia dice: “A fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas (Hebreos 6.2). Discípulo, persevera, sigue adelante, sigue en la lucha porque Dios conoce a los suyos y los está formando para dar fruto en su tiempo. Recuerda que la paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces. Sigamos trabajando arduamente y en el tiempo estipulado por Dios y los resultados llegarán. No te quedes a mitad del camino. Esfuérzate y se valiente, y grábate esto en la cabeza: “Tu trabajo en Dios NO es en vano” 

‪#‎LuigiZelote ‪#‎Adhulam



miércoles, 2 de marzo de 2016

Los Tanner están de vuelta (Más viejos, más sabios y algo más sucios)


No voy a negar que una de mis series favoritas de mi niñez fue tres por tres o Full House que es el título original de la serie que se transmitió desde 1987 hasta1995. 
Bueno luego de casi 15 años en el limbo a alguien se le ocurrió la idea de resucitar la serie nuevamente con una nueva historia entre manos y nuevos personajes que te arrancaran no solo sonrisas , sino tu corazón.

La premisa es simple DJ es ahora una madre con tres hijos y ha sufrido la pérdida reciente de su esposo quien era bombero, es allí donde recibe la visita de su familia y amigos en un primer capítulo lleno de nostalgia hasta cierto punto empalagosa y muchas veces en este primer capítulo las actuaciones se ven un tanto forzadas.  Stephanie quien es ahora una DJ que recorre el mundo se ofrece a mudarse a casa para ayudar a DJ, Kimmy quien ahora tiene una hija se suma al barco y Danny decide dejarles la vieja casa que pensaba vender y es allí donde esta aventura comienza. 

La serie comienza realmente en el segundo capítulo en donde Max, Jackson y Ramona son interpretados por tres actores infantiles que tienen bastante talento, y que aportan el 90% del encanto a esta serie. (1) y el lado sentimental también. Esta es realmente una serie hecha casi 100% para seguidores de la serie original y difícilmente ganara adeptos fuera de ello sobretodo en el competitivo mundo de las series de hoy.  Lo único con lo que estamos en desacuerdo es que esta nueva versión de Full House no es tan sana como su predecesora y se pueden dejar escuchar algunas bromas sugerentes, así como escenas también sugerentes inapropiadas para el público al que se quiere llegar que quizás fueron puestas allí para verse un poco mas “modernos” y estar de acuerdo con “el tiempo actual”.  Algo que fácilmente pudo haber sido dejado de lado, sobretodo la escena del capítulo 12.

Disfruten la serie, llénense de nostalgia y regresen por un momento al pasado.


 (1) Tomada de: http://hipertextual.com/2016/02/resena-de-fuller-house


El Octavo Ensayo o de cómo la Izquierda puso en jaque al Perú


Leyendo el reciente libro del periodista Aldo Mariátegui “El Octavo ensayo” me queda que le buen Aldo es un buen capitalista que le tiene una aberración casi enfermiza a la Izquierda peruana a quien acusa prácticamente de todos los males habidos y por haber en el Perú, aunque en algunos puntos tiene bastante razón pues la Izquierda mucho favor que digamos no le ha hecho para nada al Perú y es un partido que a pesar de estar en un estado crítico de agonía se resiste a morir
El libro empieza con Aldo contándonos el porqué de su trauma con la Izquierda y sus razones por la cual la detesta tanto y nos da un resumen de siete razones por las cuales la Izquierda a su modo de ver debe ser considerada como una lacra (http://cde.peru21.pe/doc/0/0/3/3/7/337591.pdf). El libro luego de esta introducción se vuelve un tanto histórico contándonos sobre la vida de la Izquierda a lo largo de su existencia desde su creación hasta la actualidad, pasando por José Carlos Mariátegui quien según Aldo tenía una opinión demasiado romántica y algo utópica sobre la reivindicación del indio, aunque creemos que si Don José viviera por estos días vería la vindicación del indio desde otra perspectiva pues ahora son dueños de muchos comercios y se han extendido por todo Lima llegándola casi a dominar por completo, dejando a los Limeños de pura cepa casi en la extinción.  Esta parte del libro da especial énfasis en el gobierno de Velazco que según Aldo fue el peor sino uno de los peores gobiernos de la historia y dejo al Perú en un coma tal que le tardo muchos años recuperarse.
Este es un libro sobre el cual las personas podrán tener opiniones divididas, pero es una lectura entretenida y a la vez educadora en cierto punto pues nos ayuda a refrescar la memoria y recordar algunos hechos vergonzosos que como país nos ha tocado vivir, claro no lo lean con el hígado en la mano, pues parece que Aldito lo escribió de esa forma.
Para terminar les dejamos los párrafos que a nuestro parecer nos parecieron mas interesantes del libro.

Sobre José Carlos Mariátegui:
José Carlos Mariátegui y la vindicación del indio, una teoría que no se podía pasar a la práctica, un tanto romántica y muy criticada por los rusos.

Mariátegui nos deja como legado las siguientes lecciones:

La voluntad y le arduo estudio pueden superar la cárcel de un físico continuamente enfermo

Una actitud heterodoxa, critica, apasionada, comprometida y curiosa de analizar y vivir la vida

Amor por todas las artes

Una inquietud por buscar formas originales

Un actuar decente frente al adversario, un rechazo a la demagogia y un buscar amar mas a nuestro país

Sobre otros temas:
Manuel Gonzales Prada, padre del a izquierda peruana y el Apra, era un pensador de escritorio, pero no de acción.

Velasco fue uno de los peores sino el peor gobernante del Perú por todas las salvajadas que cometió durante su gobierno, leyes que dejaron al Perú al límite y que tendrían sus consecuencias en gobiernos posteriores

En el 2006 Humala lleva al congreso a una serie de provincianos personajes estrafalarios, anti sistema y demagógicos que ocuparon el lugar de la vieja izquierda criolla y provinciana amenazándola con su extinción

La Izquierda no supo aprovechar a Susana Villarán roja caviar que llego a la alcaldía por un golpe de suerte y tuvo una pésima gestión, de igual forma Ollanta Humala cuando llego al poder se fue deshaciendo de todos los izquierdistas que lo habían apoyado.

Una de las cosas mas lamentables es observar como toda esta gente joven de la Izquierda actual asumen las taras y frenos mentales de los mayores, hay muchos quemados por su pasado con Villarán y otros cómplices de la dictadura venezolana.

La Izquierda solo ha traído desgracias, una tragedia y una maldición.

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YO CONOZCO TUS OBRAS

#‎JesusSubte 
Apocalipsis 2.2

“Yo conozco tus obras, tu fatiga y tu perseverancia, y que no puedes soportar a los malos, y has sometido a prueba a los que se dicen ser apóstoles y no lo son, y los has hallado mentirosos".
Dios, Tú conoces nuestras obras y nada es oculto ante ti Señor. Qué pues podemos esconder de tu Presencia. Si Tú nos mandas ser esforzados y valientes, pero ¿realmente podríamos decir que estamos dando todo por tu Evangelio? Esa pregunta retumba fuerte, se hace eco, me invade como el silencio de la madrugada”.

Sinceramente nos acostumbramos mucho a vivir para nosotros mismos, aún cuando Jesús mismo dice que “el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de Mí, la hallará” (Mateo 16.25). Empezar a darle a Dios lo mejor es una ruta de aventura extrema, una carrera de largo aliento, una maratón. Uno empieza el trote de a pocos por el camino y cuesta cada paso pero nuestro Dios jamás prometió un camino cómodo sino todo lo contrario. El texto me trae a la mente a muchos mártires y padres de la Iglesia que dieron su vida por el Evangelio. Saber eso, me inspira cada vez que atravieso alguna tribulación, su Espíritu me ayuda a no desmayar en mi vida diaria, me confronta y me alienta.


Hermano, sigamos caminando el camino menos transitado anunciando la Verdad que nadie quiere escuchar cantando a quienes hacen oídos sordos. Trabajemos predicando y defendiendo el Evangelio de cualquier nueva tendencia y pensamiento actual globalizado. ¡No te desalientes! Dios sabe todo lo que has dejado atrás por Él, Él conoce lo que haces, Él conoce tu esfuerzo y tú no tengas en poco lo que estás haciendo por más que ahora no veas los frutos. Sigue caminando hacia la meta, “al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3.14) como lo hizo Pablo. En la medida en que trabajamos arduamente para Él, es en esa medida que Dios mismo seguirá trabajando arduamente en cada uno de nosotros mediante su Palabra. ‪#‎CharlieP ‪#‎Adhulam

VENDAS MÁGICAS

#‎JesusLibertario 
Ezequiel 13.18

“¡Ay de aquellas que cosen vendas mágicas para todas las manos, y hacen velos mágicos para la cabeza de toda edad, para cazar las almas! ¿Habéis de cazar las almas de mi pueblo, para mantener así vuestra propia vida?”

El rey Nabucodonosor, rey de Babilonia, había iniciado la expansión de su reino; llegó a sitiar dos veces a Jerusalén, llevando cautivos a muchos de los habitantes pero el rey de Judá, príncipes y muchos de sus habitantes aún estaban ahí. Personas que se hacían pasar por profetas, decían que los cautivos pronto regresarían así que no había porque alarmarse; asimismo profetizas que hacían amuletos, aseguraban que si usaban sus velos y vendas, nada malo les pasaría; sin importan si volvían su corazón a Dios… pero era mentira. Dios había dicho que Israel, a causa de su rebeldía, iba a ser totalmente desterrado, destruido Jerusalén y el Templo.

Al leer esto, diremos “pero que ingenuos para creer en estas cosas”. Pero no estamos tan lejos de su historia, seguramente escuchas (o hasta tú mismo lo crees) frases como “Creo en Dios, soy salvo”, “No hago daño a nadie, soy bueno”; y aun denominándote “cristiano” te repites “mis padres me llevan desde pequeño a la Iglesia, así que yo también soy cristiano”, “nada me falta, es porque Dios me está bendiciendo” (y apenas repites una breve oración al tomar tu desayuno), “voy a la Iglesia y sirvo en algún ministerio, así que le cumplo a Dios” (mientras que mucho de esa “obra” se vuelve una carga más en tu vida). Y estas frases se vuelven vendas, velos, ataduras a nuestra alma porque no nos permite tener una libertad con nuestro Señor, una relación personal con Él (que debería empezar desde que tu despertador dice que es hora de levantarte), y nos vamos separando cada vez más de Él; ya nuestro corazón no busca intimidad con Dios, ya nos da pereza abrir la Biblia y aburre orar, quisiéramos estar con nuestros amigos (incluso de la iglesia), estar en el Facebook nos divierte más, ver películas es nuestro relajo, hacer cualquier otra cosa menos estar en su Presencia basta para nuestra vida.

Eso esclaviza, te ata a una mentira como lo hacían esos amuletos para el pueblo de Israel. Te llevará a la ruina. Dios quiere cumplir su voluntad en tu vida, y hacerte libre de todo eso: “He aquí yo estoy contra de vuestras vendas mágicas, con que cazáis las almas al vuelo; yo las librare de vuestras manos, y soltaré para que vuelen como aves las almas que vosotros cazáis volando… Por cuanto entristecéis con mentiras el corazón del justo al cual yo no entristecí…” (Ezequiel 13.21-22). Dios desea que vuelvas a Él, que retomes al camino correcto con un gozo que solo Él sabe darte. “Si vosotros permaneciereis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” (Juan 8.31-32). “Párense en los caminos, y miren, pregunten por los senderos antiguos, donde está el mejor camino, síganlo, y ENCONTRARÁN DESCANSO” (Jeremías 6.16).


No hay trucos, no hay amuletos, no hay secretos en este andar. Sólo depender cada vez más de Él y comprender que sin Él eres nada. ‪#‎DanielJ ‪#‎Adhulam