miércoles, 6 de marzo de 2013

EL BECERRO DE ORO


Han pensado alguna vez en la historia del Becerro de Oro que nos cuenta la biblia en Éxodo 32, podemos estudiar un poco esta historia y encontrar muchas cosas interesantes que se pueden aplicar fácilmente a estos días y a la vida de muchos cristianos.
            Primero vemos que Moisés se fue a la montaña a pasar un tiempo con Dios quien le había llamado para explicarles algunas cosas respecto al tabernáculo y darle los 10 mandamientos en tablas de piedra. 
 
      Mientras eso sucedía arriba en la montaña abajo pasaban dos cosas interesantes, la primera era que Josué estaba parado al pie de la montaña como soldado raso que no se movía para nada, nada ni nadie lo distraía, estaba esperando a que bajara Moisés y allí se quedo. Lo segundo que aconteció fue que el pueblo se empezó a desesperar y le dio el síndrome de la desesperación y la impaciencia, se desesperaron y en sus mentes empezaron a pensar que Moisés había muerto arriba en la montaña y que De alguna manera Dios se había olvidado de ellos, parece que les dio amnesia causada por la desesperación y se olvidaron de todo lo que Dios había hecho por ellos.
 
Aquí podemos comparar a los desesperados e impacientes Israelitas con nuestras propias vidas muchas veces Dios nos dice que esperemos y nosotros no queremos hacerlo y tratamos de moverle la mano, nos olvidamos de lo que ha hecho por nosotros y empezamos a hacer nuestros propios planes…. Pero sigamos la historia y veamos que sucedió después.
 
·         Luego de que el pueblo se desesperara y empezara a hacer sus propios planes, los impacientes Israelitas miraron hacia un costado y encontraron al buen Aarón a un costado sentado pensando en quien sabe que, así que el pueblo se le vino encima y casi lo levantan en peso diciéndole lo que acontecía y contándole acerca de su magnífico plan ,así que el buen Aarón les creyó y les mando a que trajeran sus joyas, ellos las llevaron a él y como por arte de magia el becerro apareció, coincidencias de la vida que le dicen, bueno  el pueblo vio al becerro y se desenfreno por completo, empezaron a danzar alrededor y se armo el reventón, mientras que Aarón a un lado se rascaba la cabeza y se preguntaba que era lo que estaba aconteciendo.  El pueblo se olvido de Aarón y siguieron con su fiesta, la falta de liderazgo de Aarón se hizo evidente.
 
Aquí vemos como el magnífico plan de los Israelitas era dejar atrás al Dios Todopoderoso y confiar en ídolos hechos de mano humano como si ellos los fueran a guiar o salvar, se hace evidente que Egipto aun seguía en sus corazones y que buscaban de alguna manera emular los placeres que Egipto les daba, eso es lo que pasa con muchos cristianos que aun tienen al mundo en sus corazones y al mínimo problema corren y se abrazan de él, y en el caso de Aarón vemos como se asemeja a algunos líderes modernos que o bien no pueden o bien no quieren controlar a sus ovejas descarriadas
 
 En tercer lugar vemos que Moisés escucho todo el barullo que venía de debajo de la montaña y cuando se encontró con Josué este le dijo que parecían gritos de guerra, pero este le dijo que eran gritos de alegría y fiesta.  Cuando Moisés descendió y vio todo lo que pasaba se encendió en ira y rompió las tablas de piedra que Dios había escrito, no lo hizo por su enojo o en un acto o de sin pensarlo, lo hizo pues quería hacer notar al pueblo que ellos habían roto el pacto con Dios al ir en pos de otros dioses, Moisés agarro el becerro y lo rompió en pedazos y castigo severamente al pueblo , luego de eso los Levitas con un fuego por las cosas de Dios empezaron por orden de Moisés a matar a sus compañeros por lo que habían cometido.  Dios quiso destruir al pueblo por su iniquidad, pero Moisés intercedió por ellos y finalmente no fueron destruidos.
 
En este último punto vemos como Moisés se porto como un hombre de Dios y no solo castigo al pueblo por lo que había hecho sino que también intercedió ante Dios por ellos, eso es lo que hace un verdadero líder se preocupa por sus ovejas intercede por ellos y los exhorta cuando es necesario y también vemos que Dios siempre tiene su remanente en todos lados en este caso los Levitas que se pararon firmes por el celo de Dios y no dudaron en ejecutar el castigo que se debía y luego Dios los llamo de en medio del pueblo para que trabajen en su servicio.
 
Es increíble cuanto podemos aprender de una pequeña porción de la Palabra de Dios, por eso siempre tenemos que no solo leerla sino también estudiarla. 

1 comentario:

Unknown dijo...

Contra más tiempo pasa menos cuelan las "historias" de la Biblia. A cada momento se les ve peor...