Lo recuerdo bien pues fue un día 30 de agosto, claro
justo un feriado como poder olvidarlo. Como siempre yo estaba en la Av. España
vendiendo mis DVD como lo hago todos los días, pero quién diría que este sería
un día diferente, inolvidable si se quiere, imborrable.
Lo que paso en para sintetizar las cosas fue que
aparecieron unos individuos extraños, raros, la mayoría vestía de negro y
algunos tenían el pelo largo y unos polos con unos nombres rarísimos, pusieron
una tela negra en el piso y luego unas revistas bastante extrañas también yo
estaba realmente sorprendido, pero miraba desde mi lugar todo sin acercarme
mucho para que no pensaran que estaba interesado.
Al
poco rato se pusieron a cantar unas canciones que alababan a Jesús y uno de
ellos me alcanzo un volante y me dijeron “Dios te bendiga” y fue allí que me di
cuenta que a pesar de ser diferentes, ellos no hacían acepción de personas pues
trataban a todos por igual.
Luego
los vi conversar por un momento y no sabía que estaba sucediendo, pero luego se
pusieron a llamar a las personas para que se junten pues iban a realizar un
teatro y aunque no había mucha gente a su alrededor sus ganas nunca disminuyeron.
El teatro aunque simple fue bastante claro pues hablaba acerca del vacío que
siente una persona sin Dios.
Finalmente
un muchacho bastante extraño se puso a hablarles a los presentes acerca de
Jesús y eso fue todo.
Pero
saben la verdad fue que para mi quizás haya sido solo el comienzo pues desde ese día no deje de pensar en ese
Jesús, me cuestionaba si lo que esos chicos dijeron era verdad o no pensaba
en que quizás debería de darle una oportunidad a ese Jesús pues al final que
podía perder.
Hoy
han pasado ya algunos meses desde ese encuentro, yo por mi parte decidí darle
una oportunidad a Jesús y fue la mejor decisión que pude haber hecho en mi
vida. Gracias a Dios pues sus caminos aunque extraños siempre son los mejores
para nosotros y sé que al final escogí al mejor y sé que nunca me arrepentiré
de ello.
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