lunes, 23 de julio de 2012

1 y 2 de Crónicas


Libro de 1 de Crónicas


Autor: El libro de 1 de Crónicas no especifica el nombre de su autor. La tradición es que 1 y 2 de Crónicas fueron escritos por Esdras.


Fecha de su Escritura: El Libro de 1 de Crónicas fue escrito probablemente entre el 450 y 425 a.C.


Propósito de la Escritura: Los Libros de 1 y 2 de Crónicas en su mayor parte cubren casi la misma información que 1 y 2 de Samuel y 1 y 2 de Reyes. 1 y 2 de Crónicas se enfoca principalmente en el aspecto del sacerdocio de ese período de tiempo. El Libro de 1 de Crónicas fue escrito después del exilio para ayudar a aquellos que regresaron a Israel, a entender la manera de adorar a Dios. La historia se centra en el reino del sur, las tribus de Judá, Benjamín y Leví. Estas tribus tendían a ser más fieles a Dios.


Versos Clave: 1 Crónicas 11:1-2 “Entonces todo Israel se juntó a David en Hebrón, diciendo: He aquí nosotros somos tu hueso y tu carne. También antes de ahora, mientras Saúl reinaba, tú eras quien sacaba a la guerra a Israel, y lo volvía a traer. También Jehová tu Dios te ha dicho: Tú apacentarás a mi pueblo Israel, y tú serás príncipe sobre Israel mi pueblo.” 


1 Crónicas 21:13, “Entonces David dijo a Gad: Estoy en grande angustia. Ruego que yo caiga en la mano de Jehová, porque sus misericordias son muchas en extremo; pero que no caiga en manos de hombres.”


1 Crónicas 29:11, “Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos.”


Breve Resumen: Los primeros 9 capítulos de 1 Crónicas están dedicados a listas y genealogías. Esporádicamente a través del resto del libro de 1 de Crónicas encontramos más listas y genealogías. A la mitad del libro se registra la ascensión de David al trono y sus hechos posteriores. El libro concluye con Salomón, el hijo de David convertido en el rey de Israel. En resumen, el Libro de 1 de Crónicas se divide en: Capítulos 1:1 - 9:23 – Genealogías selectas; Capítulos 9:24 – 12:40 – El ascenso de David; Capítulos 13:1 – 20:30 – El reinado de David.


Referencias Proféticas: En la canción de David de agradecimiento a Dios en 1 Crónicas 16:33, él se refiere al tiempo cuando Dios “viene a juzgar la tierra.” Esto prefiguró Mateo 25, donde Jesús describe el tiempo cuando Él vendrá a juzgar la tierra. A través de las parábolas de las diez vírgenes y los talentos, Él advierte a aquellos que se encuentren sin la sangre de Cristo cubriendo sus pecados, que serán echados “en las tinieblas de afuera.” Él exhorta a Su pueblo a estar preparado, porque cuando Él venga, separará en juicio a las ovejas de los cabritos. 


Parte del Pacto Davídico con Dios, se reitera en el capítulo 17, referente al futuro Mesías, quien sería descendiente de David. Los versos 13-14 describen al Hijo quien será establecido en la casa de Dios y cuyo trono será firme para siempre. Esto solo puede referirse a Jesucristo.


Aplicación Práctica: Las genealogías como las que se encuentran en 1 de Crónicas pueden parecernos áridas, pero ellas nos recuerdan que Dios conoce a cada uno de Sus hijos personalmente, aún hasta el número de los cabellos de nuestra cabeza (Mateo 10:30). Puede confortarnos el hecho de que lo que somos y lo que hacemos, está escrito para siempre en la mente de Dios. Si pertenecemos a Cristo, nuestros nombres están escritos para siempre en el libro de la vida del Cordero (Apocalipsis 13:8).


Dios es fiel a Su pueblo y guarda Sus promesas. En el Libro de 1 Crónicas, vemos el cumplimiento de la promesa de Dios a David cuando él es hecho rey sobre todo Israel (1 Crónicas 11:1-3). Podemos estar seguros de que Sus promesas para nosotros serán cumplidas también. Él ha prometido bendecir a aquellos que lo sigan, a quienes vengan a Jesucristo arrepentidos y a quienes obedezcan Su Palabra. 


Obediencia trae bendición; desobediencia trae juicio. El Libro de 1 Crónicas, así como 1 y 2 de Samuel y 1 y 2 de Reyes, es una crónica del patrón del pecado, arrepentimiento, perdón y restauración de la nación de Israel Del mismo modo, Dios es paciente con nosotros y perdona nuestro pecado cuando venimos a Él con verdadero arrepentimiento (1 Juan 1:9). Podemos descansar en el hecho de que Él escucha nuestra oración de dolor, perdona nuestro pecado, restaura nuestra comunión con Él, y nos pone en el camino al gozo.



Libro de 2 de Crónicas


Autor: El libro de 1 de Crónicas no especifica el nombre de su autor. La tradición es que 1 y 2 de Crónicas fueron escritos por Esdras.


Fecha de su Escritura: El Libro de 2 de Crónicas fue escrito probablemente entre el 450 y 425 a.C.


Propósito de la Escritura: Los Libros de 1 y 2 de Crónicas cubren casi la misma información que 1 y 2 Samuel y 1 y 2 Reyes. Los Libros 1 y 2 Crónicas se enfocan más en el aspecto del sacerdocio de ese período. El Libro de 2 de Crónicas es esencialmente una evaluación de la historia religiosa de la nación.


Versos Clave: 2 Crónicas 2:1 “Determinó, pues, Salomón edificar casa al nombre de Jehová, y casa para su reino.” 


2 Crónicas 29:1-3 “Comenzó a reinar Ezequías siendo de veinticinco años, y reinó veintinueve años en Jerusalén . El nombre de su madre fue Abías, hija de Zacarías. E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, conforme a todas las cosas que había hecho David su padre. En el primer año de su reinado, en el mes primero, abrió las puertas de la casa de Jehová, y las reparó.” 


2 Crónicas 36:14 “También todos los principales sacerdotes, y el pueblo, aumentaron la iniquidad, siguiendo todas las abominaciones de las naciones, y contaminando la casa de Jehová, la cual él había santificado en Jerusalén.”


2 Crónicas 36:23 “Así dice Ciro, rey de los persas: Jehová, el Dios de los cielos, me ha dado todos los reinos de la tierra; y él me ha encargado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá. Quien haya entre vosotros de todo su pueblo, sea Jehová su Dios sea con él, y suba.”


Breve Resumen: El Libro de 2 Crónicas registra la historia del reino del sur de Judá, desde el reinado de Salomón hasta la conclusión del exilio babilónico. La decadencia de Judá es decepcionante, pero el énfasis enfoca en los reformistas espirituales, quienes celosamente buscaron volver al pueblo hacia Dios. Se dice poco de los malos reyes o de los fracasos de los buenos reyes; solo se enfatiza la bondad. Puesto que 2 Crónicas tiene una perspectiva sacerdotal, el reino del norte de Israel casi no es mencionado, debido su falsa adoración y su negativa a reconocer el Templo de Jerusalén. Segunda de Crónicas concluye con la destrucción final de Jerusalén y del Templo.


Referencias Proféticas: Al igual que todas las referencias a los reyes y templos en el Antiguo Testamento, vemos en ellos un reflejo del verdadero Rey de Reyes –Jesucristo – y del templo del Espíritu Santo – Su pueblo. Aún el mejor de los reyes de Israel tuvo los fracasos de todos los hombres pecadores y condujo erróneamente al pueblo. Pero cuando el Rey de Reyes venga a vivir y a reinar en la tierra en el milenio, Él mismo se establecerá en el trono sobre toda la tierra, como el legítimo heredero de David. Solo entonces, tendremos un Rey perfecto que reinará en justicia y santidad, acerca de lo que el mejor rey de Israel solo pudo soñar.


Similarmente, el gran templo construido por Salomón no fue diseñado para durar por siempre. Solo 150 años después, necesitaba ser reparado de la decadencia y deterioro por futuras generaciones quienes se habían vuelto a la idolatría (2 Reyes 12). Pero el templo del Espíritu Santo – en aquellos que pertenecen a Cristo – vivirá por siempre. Nosotros que pertenecemos a Jesús somos ese templo, no hecho de manos, sino por la voluntad de Dios. (Juan 1:12-13) El Espíritu que vive en nosotros, jamás se apartará de nosotros y un día nos entregará a salvo en las manos de Dios (Efesios 1:13; 4:30). Ningún templo terrenal tiene esa promesa.


Aplicación Práctica: El lector de Crónicas es invitado a evaluar cada generación del pasado y discernir porqué cada una fue bendecida por su obediencia o castigada por su maldad. Pero también debemos comparar la situación de estas generaciones con la nuestra. Tanto colectiva como individualmente. Si nosotros o nuestro país o nuestra iglesia está experimentando dificultades, es para nuestro beneficio comparar nuestras creencias y cómo actuamos basados en esas creencias, con las experiencias de los israelitas bajo el gobierno de varios reyes. Dios odia el pecado y no lo tolerará. Pero si las Crónicas nos enseñan algo, es que Dios desea perdonar y sanar a aquellos que humildemente oren y se arrepientan (1 Juan 1:9).


Si pudieras obtener de Dios cualquier cosa que desearas, ¿qué le pedirías? ¿Una fabulosa fortuna? ¿Una salud perfecta para ti y tus seres queridos? ¿El poder de la vida sobre la muerte? Increíble pensar en ello ¿no es así? Pero más increíble es que Dios le hizo esa oferta a Salomón, y él no eligió ninguna de esas cosas. Lo que él le pidió fue sabiduría y conocimiento para completar la obra que Dios le había asignado, y que la realizara correctamente. La lección para nosotros es que Dios nos a dado a cada uno de nosotros una comisión para cumplir, y la bendición más grande que podemos buscar de Dios, es la habilidad para llevar a cabo Su voluntad en nuestras vidas. Para ello, necesitamos “sabiduría de lo alto” (Santiago 3:17) para discernir Su voluntad, así como la comprensión y el conocimiento íntimo de Él, a fin de motivarnos para ser como Cristo, tanto en hechos como en actitud (Santiago 3:13).



http://www.gotquestions.org/Espanol/Libro-2-Cronicas.html


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