Hace unos días atrás tuve la oportunidad de ir al estadio Monumental y por esas cosas de la vida me fui junto a mi primo y dos amigos a la Trinchera Norte, jugaban La U vs. Libertad de Paraguay.
La verdad es que me llamo poderosamente la atención toda la pasión que le ponen estos muchachos a la hora de alentar a su equipo, literalmente dejan la piel por su equipo. Alientan sin cesar, sufren. Es realmente su razón de vivir.
Todo esto me dejo pensando en nosotros como cristianos, si tenemos la oportunidad de servir al Dios del universo, Dios de Maravillas, Dios que dio todo por nosotros entonces ¿Por qué? Somos tan pasivos en nuestro servicio a Dios.
Miren la pasión que demuestran estas personas que no tienen a Jesús, ¿Por qué dejamos que ellos tengan más pasión que nosotros? Mi amigo Willy Daga decía en una poseía que nosotros somos como la barra brava que grita a todo pulmón.
Si esto fuera cierto, si lo hiciéramos realidad, pensemos en aquellas personas que han tocado fondo, observémoslas, veamos su entrega.
Debemos de empez
ar a dejar de pensar en nosotros, dejar tanta pasividad, empezar a servir a Dios con todo nuestro corazón, dejar la piel por Dios.Una buena, manera de empezar a demostrarlo es a través de la alabanza, cuando alabemos no pensemos en quien tenemos al costado, solo seamos sinceros ante Dios como lo fue David y dejemos que el Espíritu nos lleve y expresémonos sin temor.
Dios se merece esto que le entreguemos todo, absolutamente todo y que no nos quedemos con nada, sin reservas, en esta vida debemos de sacarnos el ancho x la causa, total en el cielo vamos a estar con Dios x la eternidad, la chamba esta aquí. ¿Qué dicen están dispuestos a ser la trinchera de Dios?
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