miércoles, 18 de enero de 2023

Entendiendo la Carta a los Romanos

 

Pablo tenía un deseo sincero en su corazón y ese era el visitar Roma (al final lograría su cometido, pero no de la forma que pensaba). Mientras esperaba la oportunidad de cumplir su objetivo les envió a los cristianos que vivían en Roma una carta que podríamos decir resume muy bien el evangelio.

Empezamos viendo como Dios se manifiesta a la humanidad y esta no tiene mejor idea que darle la espalda y no adorarlo, y no contentos con ello van en busca de hacer ídolos de otras cosas y descendiendo en su espiral se comienzan a corromper moralmente más y más, degradando sus cuerpos y haciendo cosas totalmente desagradables tales como actos homosexuales.

Todos han pecado y no tienen manera de llegar a Dios, nadie tiene excusa, Dios se ha revelado incluso por medio de la creación. Los mismos Judíos que se jactan de ser los escogidos de Dios de igual forma están bajo la maldición del pecado. Ser Judío es quizás algo bueno, pero no sirve para salvación: “Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios”. La salvación es solo a través de Jesús, no a través de las obras.

Abraham de quien los Judíos alegan ser hijos, fue considerado por Dios no por sus obras sino por su Fe en Dios: “Le creyó Abraham a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia”.  Ahora de la misma forma en que el pecado entro al mundo por un hombre, así también solo a través de Jesús podemos tener acceso al Padre, ser salvos. “Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y por medio del pecado entró la muerte; fue así como la muerte pasó a toda la humanidad, porque todos pecaron. “

El hecho de ser salvos por gracia no es una licencia para seguir pecando deliberadamente pues hemos muerto al pecado y este no se debe de enseñorear o gobernar sobre nosotros: “De la misma manera, también ustedes considérense muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús.”

“Pero ahora que han sido liberados del pecado y se han puesto al servicio de Dios, cosechan la santidad que conduce a la vida eterna. Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor.”

Dios proporciono la ley para hacernos ver nuestro pecado, esta era necesaria para que podamos ver que no podíamos salvarnos por nosotros mismos. Tenemos que vivir para el Espíritu y no para nuestros deseos carnales y pecaminosos que se oponen a la vida en el espíritu. “Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu.”

(Romanos 8:28-37)

En los capítulos del 9 al 11 Pablo medita sobre Israel y como Dios los tiene dentro de su plan y no los ha abandonado.

Por último, luego de dar su explicación, Pablo nos exhorta a poner en práctica lo que nos ha enseñado: “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta”. Nos habla sobre el someternos a las autoridades y ser considerados con aquellos que son débiles en la fe. Para terminar con saludos y reconocimientos a sus colaboradores en la misión.

Este ha sido un resumen muy breve sobre la carta a Romanos. Es de vital importancia que todo Cristiano estudie esta carta a profundidad y no solo descubra sus bellos tesoros, sino que los ponga en práctica en su diario caminar.

 

 

 

 

 

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