"Pero nosotros predicamos a Cristo
crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles
locura; más para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y
sabiduría de Dios."
1. Corintios 1: 23, 24
1a. Corintios (Corinto significa "saciado") es una
Epístola escrita para corregir los desórdenes permitidos en Corinto en la
temprana Iglesia. La Epístola establece sólidos, prácticos principios de orden
y gobierno de la asamblea, muy necesarios para la Iglesia de Dios en todo el
mundo.
Esta aplicación autoritativa universal es enfatizada en los
capítulos 1:2; 4:17, 11:16; y 14: 33, 37.
Corinto era un centro de filosofía Griega, pero de corrupción
moral: de ahí que la sabiduría del mundo sea desechada en el capítulo 1, y el
capítulo 2 la sustituye por la revelación de Dios por medio de Su Espíritu.
La sabiduría humana no puede ordenar el camino de la Asamblea de
Dios, pero la Palabra de Dios aplicada por el Espíritu de Dios a los corazones
y a las conciencias es suficiente para mantener un orden completo conforme a
los pensamientos de Dios. En los capítulos 1 y 2 el orgullo intelectual es
rechazado; desde el capítulo 3 al 7 la corrupción carnal es igual y plenamente
juzgada; y los capítulos 8 al 10 previenen contra la comunión con cualquiera
influencia demoníaca por medio de la idolatría.
La unidad del cuerpo de Cristo, pero en separación de asociaciones
profanas, es enfatizada a través de todo el libro. Con todo, la unidad se
contempla siendo mostrada en una preciosa diversidad de dones que llaman a un
piadoso ejercicio de los mismos. La importancia de la sana doctrina es un
asunto vital, también, y el capítulo 15 enfatiza fuertemente la verdad de la
resurrección de Cristo, y la de Sus santos a Su venida, como siendo básica para
el testimonio de la Asamblea de Dios.
1a. Corintios es un libro valioso para estimular la apreciación y
la preocupación por cada miembro del cuerpo de Cristo y para fortalecer el
testimonio colectivo.
"Porque Dios que dijo: Resplandezca la luz
de en medio de las tinieblas, es el que ha resplandecido en nuestros corazones,
para darnos la luz del conocimiento de la gloria de Dios, en el rostro de
Jesucristo."
2. Corintios 4:6 (VM)
La Segunda Epístola a los Corintios trata, no del orden de
la asamblea, sino del ministerio en relación con la asamblea, la manifestación
en la vida práctica y el servicio, de la presencia del Espíritu en la asamblea.
El propio Pablo es ejemplo de esta labor que implica una negación del 'yo',
gastando y gastándose por amor a los santos de Dios. Sus sufrimientos a causa
de su fidelidad al ministerio de Cristo, ser perseguido por el mundo, los
crueles ataques de parte de falsos hermanos, el resentimiento incluso de parte
de hermanos cuya bendición él había deseado, su alma profundamente angustiada,
sus penas, sus angustias, sus tiernos afectos, sus comprensiones, sus
compasiones - todas estas cosas destacan en esta conmovedora Epístola.
Pero su competencia proviene de Dios, el gran Dios, cuya
luz había resplandecido en Su corazón, manifestando la gloria trascendente de
Su Ser en la faz de Jesucristo. Aunque está contenido en un vaso terrenal, este
es un tesoro que ha de ser manifestado en el ministerio a todos los que oirán.
Este ministerio de la gloria de Cristo es de tal sobresaliente bendición para
Pablo que él es llevado sobre alas de infinita gracia a través de todas las
pruebas del camino, y dice, 'Yo estoy lleno de estímulo; el gozo sobreabunda en
mí bajo toda nuestra aflicción.'
Maravilloso es, entonces, el estímulo que entrega este
libro para una consistencia firme al ministrar a otros, a pesar de cualquier
esfuerzo de Satanás que pueda desalentar el corazón y debilitar las manos.
https://biblecentre.org/content.php?lng=33&mode=7&item=1393
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