“El poder tiende a corromper,
y el poder absoluto tiende a corromper absolutamente todo.”
Lord Acton
La corrupción en el Perú es tan antigua que data desde los tiempos del Virreinato en donde se coludían virreyes y funcionarios para sacar su tajada y hacerse de la vista gorda. Pero este mal no se fue con la independencia, sino que paso de generación en generación como un lastre enraizado en el corazón de los gobernantes.
Los caudillos de la independencia se valieron de la corrupción para poder: “entrelazar sus redes patronazgo que les permitían el despojo y la expropiación de bienes privados, el saqueo «patriótico», el abuso del crédito nacional, las políticas comerciales locales y externas distorsionadas, una diplomacia venal y un contrabando arraigado, aspectos todos que minaron las bases de la nueva república”.
El boom del guano trajo consigo a los mismos buitres carroñeros que buscaban su tajada, en complicidad con extranjeros que buscaban explotar el guano para sus fines personales, la malversación de los recursos públicos fue escandalosa y desato en una crisis que contribuyo a la guerra con Chile que de reojo miraba con codicia nuestras riquezas y buscaba la excusa perfecta para empezar una guerra que de antemano creía tener ganada.
El Apra en su afán de llegar al poder le hizo un terrible daño al país, pues por su ambición ocasiono muchos levantamientos militares quienes no querían que estos llegasen al poder, además de no tener escrúpulos al arrimarse con sus enemigos con tal de conseguir sus objetivos. Para cuando llegan al poder ya sin el líder Haya de la Torre, pierden la oportunidad de liderar al país por la senda correcta con el terrible gobierno de Alan García y todo lo que trajo detrás.
El libro concluye adentrándose en la asquerosa corrupción del gobierno de Fujimori quien junto a Montesinos creo una red sin precedentes en donde tenían prácticamente controlado todo y a todos y no escatimaban en gastos para lograr sus objetivos y engordar sus bolsillos, Pero su excesiva ambición fue su caída y la cárcel para ambos en donde todavía continúan.
Vemos desfilar los mismos personajes con distintos vestidos a lo largo de nuestra historia: “al político chantajista, al militar abusivo y prepotente, al funcionario público ineficiente y oportunista y al empresario interesado en los negocios de plata fácil, listo para hacer fortunas rápidas a cualquier costo”.
Quiroz menciona a algunos personajes que trataron de hacer la diferencia y se opusieron fervientemente a la corrupción entre ellos mencionamos a: Jorge Juan y Antonio de Ulloa a fines de la Colonia, Domingo Elías en la temprana República, Francisco García Calderón para la época del guano y la guerra con Chile, Manuel González Prada en la modernización de la posguerra, Jorge Basadre para los treinta años posteriores al oncenio de Leguía, Héctor Vargas Haya para los treinta años siguientes y en los noventa menciona a Mario Vargas Llosa, junto con otros personajes que se rebelan contra la corrupción y recuperan la democracia.
Un libro de casi 800 páginas que vale la pena revisar para poder entender a cabalidad lo que ha significado y costado la corrupción en el Perú.
Si quieren leer una revisión más profunda del libro pueden hacerlo en el siguiente enlace a una reseña hecha por Cecilia Blondet:
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