La situación de Colombia
en estos momentos parece desbordada y la solución no parece estar cerca, el
caos social y la incertidumbre son la constante en el vecino País.
Según los que nos dicen,
la represión va por ambos lados, por una parte, los manifestantes que destruyen
todo lo que ven a su paso cual horda ávida de destrucción y caos, no importándoles
si lo que destruyen es o no propiedad del estado o negocios que se forjaron con
sangre sudor y lágrimas.
De otro lado el gobierno
en su afán de controlar la situación que se les fue de las manos, no encontró mejor
salida que sacar a los militares a las calles, y como es sabido los militares
primero disparan y luego preguntan, pues para eso han sido entrenados.
Se dice que los militares
han tomado varias ciudades, que la comida esta empezando a escasear y que se
esta disparando a las personas sin preguntar, además en algunos puntos se
restringe el acceso a redes sociales para no propagar información sobre lo que
viene aconteciendo.
Parece que el gobierno ha
dicho que dará marcha atrás con la reforma, pero estaría viendo la forma de
poder aprobarla por debajo de la mesa.
No aprobamos la violencia
de ninguno de los dos bandos, solo queremos que la paz pueda regresar a
Colombia y que tal vez algún organismo internacional se pronuncie al respecto y
se sepa la verdad de lo que está sucediendo.
Por lo pronto a seguir
orando y no quedarnos callados, pues son nuestros hermanos los que la vienen
pasando mal, independientemente de cual lado tenga la razón o no, nos toca orar
y ayudar.
Que Dios bendiga a nuestros
hermanos colombianos a los que llevo en mi corazón.
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