Ezequiel 18:23
¿Quiero yo la muerte
del impío? dice Jehová el Señor. ¿No vivirá, si se apartare de sus caminos?
Fuiste el hijo
predilecto de Victor Raul. Desde que te iniciaste en el Apra ya dabas dotes de gran orador y hasta su
sucesor alguna vez te dijeron
Veías a Haya como un
Padre, tú mismo dijiste alguna vez:
"Estaba en un campamento juvenil del partido a
orillas del río Rímac. No me separaba ni cinco metros de este semidiós y me
sentía como en la Capilla Sixtina. Era imponente, un vasco antiguo, blanco y
con barba, con una enorme cabeza que para mí solo podía ser sinónimo de una
maciza inteligencia".
Fuiste Presidente del
Partido y tiempo después entraste al Congreso de la República en donde te
hiciste conocido como opositor al régimen y como gran orador, hecho que te
valió para tentar la presidencia en las elecciones de 1984.
Te eligieron Presidente
de la república en 1985, tuviste la gran oportunidad de levantar a la estrella,
pero erraste de la peor manera, caíste hasta el piso y tu nombre empezó a ser
recordado con desprecio; tal vez tu orgullo no te hizo ver hacia dónde ibas y
no pediste la ayuda que debías.
Entró el chino y en el
año 92 escapaste por los techos con rumbo al asilo en Colombia y posteriormente
a Francia en donde disfrutaste de tus bienes, hasta que tu orgullo pudo más y
volviste al Perú luego que el chino, escapara por la puerta falsa.
Llegaste a la Presidencia por segunda vez, gracias a tu lenguaje que hipnotizaba masas y a la falta de memoria de muchos peruanos. Que si bueno o malo, eso queda a criterio de cada uno, pero se dice que te metiste un montón de billete al bolsillo y pasaste piola
Tenías varios temas
pendientes entre masacres, matanzas, violaciones, sobre valoración de obras,
indultos sospechosos y un largo etc., etc. Nunca se te pudo probar nada, no
porque fueras inocente, sino porque estabas recontra chalequeado y parecías
intocable.
Todos sabían que tenías
anticuchos, pero nadie lo podía probar, mismo Al Capone, salvando las
distancias claro.
Trataste de postular a
la presidencia una vez más y te fuiste de cabeza contra el piso y tu orgullo
quedó herido, tanto así que juraste no volverlo a hacerlo.
El caso Odebrech se
destapó y el desagüe se abrió y las ratas empezaron a caer, todos caían, menos
tú, pero al parecer tenías las horas contadas y pese a que aparentabas lo
contrario, algo dentro de ti decía que pronto te llegaría la hora. Solo era
cuestión de tiempo.
Cayó la China, muchos
otros posteriormente y la semana pasada el abuelo PPK también vio la detención,
lo que muchos piensan fue un acto injustificado dado lo avanzado de su edad. Estabas
cercado, y lo sabias muy bien.
El APRA, el partido al
que perteneces, es sabido que no es solo un partido político más, es una MAFIA,
no creemos que ese haya sido el deseo de Victor Raul, pero desgraciadamente en
eso se convirtió con historias de Búfalos, puñaladas por la espalda, protección
a sus líderes hasta niveles de sacrificio, y quién sabe qué cosas más.
Hoy tocaron a tu
puerta, más temprano de lo normal, era la justicia que venía por ti, tomaste
una decisión, quién sabe si meditada o no, lo cierto es que te encerraste en tu
cuarto, pensaste que si te matabas te irías en gloria, que le darías un ejemplo
a la maldita justicia que te perseguía, que te recordarían con honor, elegiste
la salida de un mafioso, de un criminal, de un desesperado, te metiste un tiro
y te fuiste, no afrontaste con hidalguía lo que se te venia, y te fuiste.
Muchos dicen que te
escapaste y todo fue una farsa; otros argumentan que te mataron o que te
asustaste porque pensabas que lo harían y no te dejaste atrapar.
Lo cierto es que has
despertado el odio totalmente reprochable de muchos y el amor de otros pocos.
Has dejado cinco hijos sin padre y un sin número de preguntas en el aire.
Me queda la interrogante, realmente quería que
te salves, porque si lo hacías, tal vez te hubieras salvado de otra manera. No
sé dónde estarás, pero espero que en tu último suspiro hayas encontrado la paz
que sobrepasa todo entendimiento.
Quisiera entrar en tu
cabeza y saber porque lo hiciste, tal vez si C.L estuviera vivo, de alguna
forma lo podría saber mejor que nosotros, pero son solo especulaciones.
Pensaste irte en gloria, te fuiste en ignominia… Tu orgullo fue tu condena… Un minuto de
silencio por ti.
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