Christine Boutin es el nombre de la diputada francesa que
ha sido condenada a pagar 5.000 euros de multa por expresar su opinión sobre la
homosexualidad. Fue en abril de 2014 cuando la actual diputada por el partido
Movimiento Popular y Unión para la Democracia Francesa concedió una entrevista
a la revista Charles, donde se le preguntó qué opinaba sobre las relaciones
homosexuales.
La funcionaria francesa hizo referencia a un pasaje de la
Biblia para responder al entrevistador y señaló: “Yo jamás he condenado a un
homosexual; la homosexualidad es una abominación. Pero no la persona. El pecado
nunca es aceptable, pero el pecador siempre es aceptado”.
De esta manera, Boutin ejerció su derecho a la libertad
de pensamiento y, como cristiana, se limitó a recordar lo que declara la Biblia
(en Levítico 18:22) sobre la homosexualidad; dejando en claro la distinción
entre las personas [los géneros] y sus actos. Sin embargo, dos años más tarde,
la Corte de Apelaciones de París ha confirmado la multa de 5.000 euros a la
diputada por “incitación pública al odio o la violencia”.
Además de esta multa, Boutin será obligada a pagar una
indemnización de 2.000 euros a “Mousse” y “Le Refuge”, dos asociaciones
francesas del lobby LGTB que se han presentado como acusación particular.
Cabe destacar que ambos grupos han celebrado la condena y
han señalado que con ello “la justicia francesa ha mandado un mensaje claro a
la sociedad”.
Lo
mismo está ocurriendo en España
Cabe recordar que la Ley LGTB, impulsada por Cristina
Cifuentes y aprobada en la Asamblea de Madrid, abraza la doctrina impuesta por
la ideología de género, discriminando y sancionando a todo aquel que piense de
manera contraria y obligando a cualquier entidad, persona u organización a
expresarse de acuerdo a sus criterios.
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