El
libro de Lamentaciones es uno de los mas no sé si tristes o oscuros seria la
palabra correcta, pero es un libro bastante melancólico si se quiere decir así.
Aquí
vemos a su autor el profeta Jeremías derramar literalmente su corazón, cada página
está impregnada con las lagrimas del profeta quien se duele por la situación por
la cual atraviesa su amada ciudad, atravesada por los dardos del enemigo,
devastada, destruida y llevada al cautiverio por su persistente idolatría e
infidelidad en contra de su Dios.
Pero
de la misma forma en que vemos todo este dolor y angustia, también vemos que la
esperanza no ha terminado pues el profeta muestra toda su confianza en lo que
Dios está haciendo manifestándolo claramente en algunos de los más hermosos
versos del libro:
3:22-24
22 Por la
misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus
misericordias.
23 Nuevas son cada
mañana; grande es tu fidelidad.
24 Mi porción es
Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré.
Quizás
nunca nos hayamos tomado el tiempo para meditar en este libro, pero vale la
pena hacerlo y recordar que siempre en medio del mas profundo dolor hay una luz
al final del túnel, si creemos en Dios confiemos en que esto es verdad como lo
evidencia su Palabra.
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