miércoles, 11 de septiembre de 2013

Pensamientos Bíblicos

·       El discurso de Pablo en Atenas es uno de los más grandes discursos de todos los tiempos

Salmo 32 y 51 un verdadero corazón humillado delante de Dios después de pecar y fallarle a Dios

Todo nos es licito, pero no todo nos conviene

No olvidemos que las consecuencias por el pecado pueden ser dolorosas sino fatales

Tu llamado es a predicar, no a convertir

Las promesas de Dios son condicionales, su amor nunca lo es

Si alguien les predica otro evangelio, sea anatema (maldito)

No usen su libertad como libertinaje

Dios muchas veces trabaja de forma imperceptible, pero ello no quiere decir que no esté haciendo algo

Cualquier oferta de salvación que quita la hombre la oportunidad de ganarla por sus propios méritos despierta oposición

Haced todo para la gloria de Dios 

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