No os
engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso
también segará. Gálatas 6:7
Estaba leyendo en mi devocional dos historias que dan
evidencia de la ley de la siembra y la cosecha tanto para los que hacen el bien
como para los que hacen el mal.
En primer lugar en 2 Reyes capitulo cuatro vemos a una
Sunamita quien tenía una posición económica aceptable y ella ayudo al profeta
Eliseo dándole hospedaje, a lo que le profeta correspondió orando a Dios por
ella quien era estéril y ella tuvo un hijo quien luego murió y fue resucitado
por el profeta Eliseo.
Tiempo después en 2 de Reyes 8 Eliseo advierte a la
Sunamita que huya del país por una hambruna que vendría cosa que sucedió, luego
de que esto aconteció la Sunamita retorno al país y va donde el Rey a pedirle
que le devuelva sus tierras pues estaba regresando al país, el Rey estaba
conversando en ese momento con el siervo de Eliseo y cuando ve a la Sunamita le dice al Rey que es ella de
la que estaba hablando , el Rey complacido con lo que escuchaba le dice a un soldado
que se encargue de devolverle sus bienes así como todo lo que la tierra había producido
durante el tiempo de su ausencia, divina
providencia.
En contraste vemos en 2 Reyes en los capítulos 9 y 10
como Jehu fue elegido por Dios para cumplir con la sangrienta misión de exterminar
la casa de Acab por todo el mal que este había causado y por entregarse a la idolatría
y así Jehu mato a los reyes Joram y Ocozias, a la malvada Jezabel esposa de Acab
y a toda su descendencia cumpliendo así
con las palabras profetizadas por el profeta Elías.
La ley de la siembra y la cosecha con dos ejemplos más
que evidentes, así que recuerden que todo lo que sembremos sea para bien o para
mal eso también cosecharemos.
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