Estas
semanas que pasaron me encontré en una de mis tantas incursiones por las calles
Limeñas con tres personajes que me llamaron la atención pues era como si
tuvieran el espíritu de Juan el Bautista
A
dos de ellos los encontré en el mercado predicando sin temor y a voz en cuello
la Palabra de Dios sin temor al que dirán, sin temor a ser rechazados, sabían lo
que tenían que hacer y lo hacían sin temor.
Al
tercer individuo me lo encontré en la
combi cuando entre el bullicio escuche palabras familiares y bueno lo que
pasaba es que atrás de mi había un hermano que vio su oportunidad y estaba predicándole
a su desconocido acompañante.
Mi
amigo Gustavo también se topo con dos de estos individuos en diferentes circunstancias,
una de ellas a las nueve de la noche en donde un varón predicaba el evangelio
repartiendo sus volantes sin temor.
Son
tiempos finales y el evangelio está siendo predicado
¿Y tú
que estás haciendo?
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