La mujer sabia edifica su
casa, pero la necia la derriba con sus propias manos.
Proverbios 14:1
Luego de que la mujer a base de una lucha necesaria y con sentido, lograra ser reconocida no solo en el derecho a votar sino en otras áreas, las cosas parecían ir por buen camino, pero apareció el feminismo extremo para complicar las cosas.
En estos tiempos modernos la mujer no solo se queda en casa,
ayuda a su marido trabajando fuera del hogar y además en trabajos impensados
para una mujer en la antigüedad, y eso está bien, la mujer dejo de ser vista
tan solo como un ama de casa y avanzo en la sociedad.
Pero luego llegaron las feministas extremas con un concepto
extraño y sacado de los pelos, una lucha sin pies ni cabeza y totalmente
radicalizada, que raya casi en la locura. Aborto, cambio de lenguaje,
reconocimiento de opciones sexuales retorcidas, burla de las creencias de otros
y una intolerancia hacia todo lo que no esté de acuerdo a sus retrogradas
puntos de vista.
Estas feministas que dicen luchar contra la imposición del
varón sobre ellas, no dicen nada sobre la violencia contra la mujer o las
denigrantes letras de muchas canciones que suenan en las radios. A veces
incluso parece que no saben porque luchan.
En cualquier caso, el imponer creencias de cualquier tipo
sobre otras personas no es el camino correcto, lo intentaron los católicos con
la inquisición, los comunistas siguieron el mismo camino y ahora las feministas
hacen sus berrinches cuando no se les hace, todas estas son formas de
persecución a la Palabra de Dios, pero esta nunca se quedará callada, sino que
llevará el mensaje a toda lengua, tribu y nación.
Vivimos en una sociedad denigrada que busca que los valores
bíblicos queden en el pasado por ser considerados retrogradas, pero la Palabra
de Dios se mantendrá firme y no pasara jamás.
“Señor que en medio de una
sociedad que moralmente se cae a pedazos, seamos la luz em medio de la
oscuridad y luchemos por los valores que para muchos ya no son necesarios”.
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