viernes, 28 de agosto de 2020

TESTIMONIO DE SIMÓN

 


Hoy me estaba acordando por alguna razón que no recuerdo de un amigo al que quiero mucho y conozco bastante bien y me entraron las ganas de escribir acerca de su persona, pues quiero que ustedes también lo conozcan, aunque sea por estas líneas.

Mi amigo es una persona tranquila no se mete con nadie, su vida ha tenido altas y bajas como la de todos, aunque a decir verdad a algunos la vida los ha tratado con más clemencia que a otros en cierto sentido.

Simón que es el nombre del amigo del cual les estoy hablando se convirtió en seguidor de Jah allá por el lejano 1992, cuando aún era un casi adolescente y por ese tiempo por lo que veíamos era un niño muy engreído e inocente, recuerdo que iba a la escuela dominical y todos pensábamos que era un niño bueno e inocente y que su vida era feliz, todos pensábamos eso, pero la verdad era otra.

Simón estudio en un único colegio casi toda la primaria un colegio en donde todos los niños son inocentes y no conocen el mundo de afuera, pero este colegio se mudó  a un lugar lejano cuando Simón estaba en quinto grado y fue a parar a un colegio de niños casi desadaptados en donde todos eran recontra vivos, todos tenían calle y al pobre Simón lo agarraron de pavo, pero lo curioso con Simón era que no era la típica lorna de colegio pues se portaba muy mal y tenia de cabeza a los maestros quienes no lo aguantaban.  Y otra cosa interesante es que Simón fue a parar a otros dos colegios donde finalmente fue casi expulsado y volvió a caer en el colegio donde los niños eran vivos y él era el pavo.

 En la iglesia las cosas no iban bien para Simón pues por cuestión de edad tuvo que bajar al culto donde van los mayores y simplemente  se aburrió y saco la cola de la iglesia, paralelamente a esto en su casa las cosas iban de mal en peor, Simón se peleó con los chicos de su cuadra y vivía prácticamente aislado en su casa en donde traía a mal traer a toda su familia, hacia sufrir a su mama y su viejo que no era muy paciente que digamos lo agarraba con lo que encontrara a la mano haciendo de Simón un muchacho aún más y más rebelde y escuchaba mucha música con contenido violento que era como gasolina para el fuego.

Su mama lo llevo a un psicólogo que no lo ayudo en nada y también lo llevo donde un pastor que decía que estaba endemoniado cosa que Simón no creyó que fuera cierto.

Simón vivía encerrado en su casa, le encantaba volar la cometa y ver muchas películas de chicas pobres en televisión, además le gustaba jugar supernintendo todo el día y como era picón se molestaba cada vez que perdía

Simón iba de vez en cuando a la iglesia, se pseudo arrepentía y seguía en las mismas cosas de siempre hasta que unos amigos lo invitaron a un campamento y al pobre lo enviaron casi por encomienda, pero finalmente fue y ese fue el principio del cambio en su vida, en se lugar conoció gente chévere y empezó a asistirá una iglesia, se comprometió en ese lugar, empezó a trabajar en misiones, apoyaba a una obra misionera de la iglesia en los olivos y hasta se fue de viaje a la selva dos veces.

Se encariño mucho con los chicos de ese lugar, pero había una pasión en su corazón que ardía, pero el aún no lo sabía por completo, algo que esta iglesia no podía llenar y poco a poco Dios lo fue encaminando hacia otro lugar en donde esa pasión podía ser ejercida de manera constante y sin tapujos ni caras extrañas por las cosas que a Simón le gustaban, a veces se sentía un outsider en la iglesia porque la gente no tenía su misma visión de las cosas y eso era algo que en el Perú aun no despegaba y que la iglesia aun no entendía, era el arte contracultural cristiano.

Hasta que un día Simón encontró a un bro que era uno de esos especímenes raros que no se ven todos los días, justo lo conoció en un concierto en el centro de Lima a donde fue y se encontró con todos estos pelucones raros y con uno de ellos empezó a entablar una relación amical, iba siempre a visitarlo a un puesto que tenía en un mercado conocido y fue este brother que lo invito a unas reuniones en casa de otro bro al que le decían el reverendo.

Y cuando Simón fue a la casa de dicho sujeto se encontró con muchos locos y desde ese día empezó a juntarse con ellos y pudo ver que estos chicos compartían su visión y su amor por el arte contracultural y que le aceptaban sus ideas locas y fue así que desde ese día en adelante Simón empezaría a tratar con estos sujetos y progresivamente se uniría más y más a ellos tal es así que dejaría la iglesia a la que iba para poder ir a donde estos muchachos se reunían.

Con estos muchachos Simón aprendió muchas cosas y estuvo en los lugares más inverosímiles haciendo mil cosas locas para Dios, estos locos se reunieron por un buen tiempo en una casa recontra vieja y desde ese lugar se expandían hacia diversos lugares predicando la Palabra de Dios.

El tiempo paso y estos muchachos se mudaron de la casa vieja y recalaron sus huesos en un distrito algo lejano y le buen Simón los siguió, en ese lugar estos muchachos formaron una iglesia y empezaron a madurar, familias vinieron, ellos crecieron, pero jamás perdieron la esencia de lo que eran, estuvieron por todas partes del distrito hasta que finalmente recalaron en un lugar donde actualmente están, creciendo y madurando con la ayuda del Padre y el buen

Simón ha puesto su granito de arena contribuyendo en todo lo que ha podido en el desarrollo del movimiento que finalmente se convertiría en una iglesia hecha y derecha.

Simón siguió creciendo y ahora ya no es ese muchacho loco e impetuoso que algún día fue, ahora ha madurado y aunque los chocarreros a veces se les siguen saliendo, los que lo rodean sienten que el cambio en su vida ha sido evidente.

Simón descubrió que le gustaba escribir, que le encantaba viajar haciendo misiones cosa que estuvo haciendo los dos últimos años y que también le encantaba enseñar, también descubrió que la apariencia externa no es lo más importante, pero que de todas formas hay ciertos sacrificios que uno debe de hacer en pos de salir adelante en la vida y eso muchas veces implica un look algo limpio para poder trabajar y crecer en la vida, pero sin perder la esencia de lo que eres.

Dios libro a mi amigo Simón y lo saco de donde estaba, lo libro de ese pasado oscuro y lo trajo al reino de la luz y lo puede hacer también contigo, no esperes más y entrega tu corazón a Dios, recuerda que Dios jamás te defraudara.

Gracias Dios por la vida de mi amigo Simón a quien finalmente quería dedicarle unas líneas como corolario a esta pequeña semblanza sobre su vida:

Traductor de lenguas humanas y celestiales, mensajero de promesas divinas, cosechador de la mies, portador de la gloria eterna, humano pero predestinado eterno para su Rey.

Parte 2

Creo que les he contado muchas veces de mi amigo Simón, es alguien a quien estimo bastante y con quien he compartido miles de cosas y espero compartir mil más.

Simón ha estado atravesando por tiempos complicados, estuvo por muchos años en un lugar al que él llamaba hogar, pero como diría el gran Héctor Lavoe, todo tiene su final, y ese final llego luego de casi 15 años de luchas, de altas y bajas, todo termino, se cerró el telón y los feligreses se dispersaron, cada quien se fue por su lado, a empezar de nuevo, de casi cero.

A algunos les fue fácil recoger sus cosas y buscar un nuevo lugar al que llamar hogar, lo encontraron relativamente rápido y se acomodaron a él, se asentaron y empezaron a rendir frutos.

Otros patearon la puerta, salieron despotricando y renegando, hasta el día de hoy su paradero es desconocido, pero muy probablemente dejaron la fe y se fueron a vivir la vida loca, llena de resentimientos y de heridas abiertas.

Los últimos (Simón incluido) pasaron por un periodo de “todo está bien “a un periodo de “que diantres sucedió, pensaron que todo iba a estar bien, pero la cosa no fue tan fácil como pensaba y fue allí donde la debacle empezó.

Su mejor amigo le dijo algo, pero finalmente se hizo a un costado, desapareció sin dejar rastro y todos los proyectos quedaron en el aire.

Simón se exilió, trato de ir a diferentes iglesias, pensó que si iba a donde alguna vez estuvo todo saldría bien, pero no fue así, ese lugar había cambiado y Simón sentía que no encajaba allí, y lo que empezó a hacer fue ir y venir, iba, desaparecía y ese círculo duro por un buen tiempo.

En ese ínterin como que empezó a tratar de vivir la vida loca, quiso hacer mil estupideces, pero siempre nada le ligaba, todo le salía mal, o era que quizás Dios lo hacía así para protegerlo y Simón aun no lo sabía.

Y Simón explorando una vida loca que no decidía vivir y trataba de ir a la iglesia, pero no encontraba adonde ir, entre dos mundos se encontraba.

Y pues dos años en el limbo, desperdiciados y de cabeza. Dos años en donde muchas cosas podrían haber sido diferentes, dos años de luchas intensas, de ir y venir, de dejar de lado lo que realmente importaba, dos años enceguecido.

Hasta que la luz al final del túnel apareció y el buen Simón se lanzó por la ventana, y se asió de esa luz… Encontró un nuevo lugar en donde se sentía útil y sin saber cómo empezó a asistir allí y de eso ya siete meses y un poco más.

Aun con las secuelas de dos años de estar arriba y abajo, de idas y venidas, de locuras mil y de muchas cosas que no se debieron hacer. Pero con fe y esperanza en Dios y mucha expectativa hacia el futuro.

Porque como dice el amigo Salomón Dios tiene un tiempo para todo, y Él tiene en control nuestras vidas…. Expectante x lo que vendrá, a la vuelta de la esquina. Simón lo sabe y sonríe confiado.

 

No hay comentarios: