martes, 9 de septiembre de 2014

La Moralidad de la Mayoría


Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella (Mateo 7:13).

!Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! (Isaías 5:20).

Un filósofo de principios del siglo 20 ha definido la moralidad como "lo que agrada a la mayoría". Solzhenitsyn (ver nota abajo), el famoso luchador ruso por la libertad, se indignó de un tal concepto. "Bajo estas condiciones - escribe - el mal puede ser bueno si obtuviere la mayoría de votos, y así el bien puede transformarse en mal si la votación resulta ser minoritaria".

La relajación de la moral que conocemos es una consecuencia de este punto de vista. Porque abre la puerta a los peores excesos. Niega cualquier distinción real entre el mal y el bien, y hace que la conciencia natural sea suprimida.

La Palabra de Dios no deja ninguna duda acerca de lo que le espera a la humanidad que rechaza cualquier referencia a Dios. Ella anunció que en los últimos tiempos los hombres serán amadores de sí mismos, orgullosos, sin afecto natural, sin respeto por los valores morales (2 Timoteo 3:2; Judas 18). Menciona el fuego del cielo que azotó Sodoma, anunciando el juicio de los culpables que desprecian de esta manera las instrucciones de Dios (Judas 7).

Esta pretensión de muchos [o de pocos que utilizan los medios masivos] para dictar la moral, nos recuerda que el camino hacia el juicio es amplio y espacioso, y muchos lo emprenden. ¿Vas a seguir a la multitud? ¿O buscarás el camino que lleva a la vida? Este último es menos concurrido. Sólo hay un camino: Jesucristo. Él dice: "Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo..." (Juan 10:9). "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14, 6).
 Fuente: La Buena Semilla; Redacción: VM-Ar

Aleksandr Solzhenitsyn Isayevich (1918 - 2008) fue un novelista ruso, historiador y crítico del totalitarismo soviético; ayudó a crear una conciencia global en cuanto al sistema de campos de trabajos forzados de la Unión Soviética llamado gulag. Aunque sus escritos fueron siempre reprimidos en la URSS, escribió muchos libros, tales como: Archipiélago GulagUn día en la vida de Ivan DenisovichAgosto 1914 y Pabellón del Cáncer. Solzhenitsyn fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1970, "por la fuerza ética con la que ha perseguido las tradiciones indispensables de la literatura rusa". Fue expulsado de la Unión Soviética en 1974, pero regresó a Rusia en 1994 tras la disolución de la Unión Soviética. Fuente: Wikipedia  -
Solzhenitsyn permaneció en la tradición de la Iglesia Rusa Ortodoxa, evidenciándose esto en el hecho que fue sepultado en un  monasterio en Rusia. Fue un personaje sumamente inteligente, pero también algo controvertido; fue citado y apoyado por La Voz de los Mártires.

Los hombres han olvidado a Dios
Aquí una de las citas significativas de Solzhenitsyn: «Más de medio siglo atrás, cuando todavía era un niño, recuerdo haber escuchado a un número de personas mayores ofrecer la siguiente explicación de los grandes desastres que habían caído sobre Rusia: "Los hombres han olvidado a Dios, por eso todo esto ha sucedido". Desde entonces he pasado poco menos que 50 años trabajando en la historia de nuestra revolución; en el proceso he leído cientos de libros, recogido cientos de testimonios personales, y es así que ocho volúmenes de mi propia autoría ya han contribuido hacia el esfuerzo de despejar los escombros dejados por ese trastorno. Pero si me pidieran hoy que formule de la forma más concisa posible, cuál es la causa principal de la revolución ruinosa que tragó a unos 60 millones de nuestro pueblo, no podría decirlo con más precisión que repitiendo: "Los hombres han olvidado a Dios, por eso todo esto ha sucedido".» Fuente: Ericson, Edward E. Jr. (October 1985) "Solzhenitsyn – Voice from the Gulag," Eternity, pp. 23–4

Viendo todo lo que está sucediendo en nuestro mundo actual, tenemos que seguir dictaminando: ¡Los hombres han olvidado a Dios! El Dios de la Biblia.

Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí(Éxodo 20:2-3) – La Biblia.


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