jueves, 12 de marzo de 2020

Arte y Fe- (Lucas Magnin). Un Libro Necesario






Francis Schaffer es un escritor que muchos tal vez no conocen, tal vez si menciono que es el autor del libro Arte y Biblia algunos sonreirán y dirán que conocen el libro, otros se rascaran la cabeza. Bueno este libro escrito en los lejanos 70, fue hasta hace poco la única referencia literaria para conocer un poco más sobre que dice la Biblia acerca del arte y si ambos pueden ser compatibles. Felizmente en el 2016 llego Lucas Magnin y decidió continuar lo que Schaffer inicio y vaya que si lo hizo en gran forma.

Lucas inicia la travesía poniendo sobre la mesa la importancia del arte, para luego unirse a Tolstoi tratando de definir ¿Qué es el arte? Una pregunta a aparentemente fácil de responder, pero en la práctica muy compleja toda vez que todos tienen un concepto diferente sobre el significado del arte y no hay un consenso establecido. Lo que queda claro es que a pesar de lo que digan, creemos que el arte siempre comunica algo, siempre tiene algo que decir y es uno de los medios preferidos del hombre para poder expresarse.

La Biblia también nos habla en diferentes partes acerca del arte, desde la creación misma, siendo obra de su Creador, pasando por la música la cual fue crucial en la historia del pueblo de Dios, la poesía de libros como Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés y Cantares. Los profetas y sus formas variadas de predicar su mensaje, en algunos casos usando bastante ayuda visual. En el Nuevo Testamento vemos a Jesús que con sencillas y profundas parábolas no solo penetro en la conciencia de sus oyentes, sino que han mantenido su vigencia tras veinte siglos de incontables re lecturas.

Tristemente la iglesia no se explota el valor del arte como debería, a veces pareciera que la iglesia tuviera temor de explotar el valor del arte, cayendo en el utilitarismo (toda obra debe de ser usada para comunicar el mensaje de forma directa y clara). Eso se ve claramente en los grupos musicales pues muchos de ellos son copias en serie, a algunas bandas que quisieron ir más allá y ser un poco más creativos, se les acuso de venderse al mundo. La iglesia a menudo deja de tener un impacto social en la sociedad pues trata de no tener contacto con ella. La iglesia debería empezar a ver el arte con otros ojos, no solo como medio panfletario.

La iglesia debe de ver las características de cada cultura y cada individuo, ver en ellos parte de la obra divina y poder incentivar aquellas semillas que preceden a los frutos del Mesías, pero desgraciadamente por motivos mejores o peores, hemos producido obras con falta de tacto, con escases de gusto, contacto y formas.

El cristianismo no se aleja del mundo para alcanzar a Dios, sino que reconoce a Dios en el mundo. La contradicción entre lo sagrado y lo profano se desvanece ante la cruz de Cristo. Los cristianos rogamos al mundo, gritamos al tiempo y cantamos a la historia: Reconciliaos con Dios

El arte y la fe no son enemigos, el arte es un regalo de Dios que debemos usar de forma original para poder llegar a un mundo en decadencia, violento, pero que clama por su redención. Lucas nos abre los ojos y dice cosas que hasta ahora nadie quiso decir, pero que muchos tal vez lo pensaron, él se atrevió y recopilo todas las dudas que como artistas muchos hemos tenido y le jala las orejas a la iglesia por no usar una herramienta tan útil como el arte. Ojalá y este libro tenga la trascendencia que merece y llegue a muchas personas que realmente necesitan leerlo para que sus ojos sean abiertos.
Cuando la unión entre la fe y el arte es genuina, ambos principios se potencian. La fe puede manifestarse en toda su gloria y mostrar la belleza que le ha sido regalada. El arte pude exponer su versatilidad y profundidad al enfocarse en las preguntas más trascendentes. Una obra de arte puede genuina puede ser incomoda o incomprendida, pero nunca será irrelevante. Sin embargo. Cuando la unión entre la fe y el arte es forzada, ambos elementos se ponen en ridículo.






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