Un mercado de comida exótica
(por decirlo menos), un año nuevo esperado en todo el mundo que repatrio a
muchos a su país de origen, y un regreso a su localidad actual con un polizonte
no deseado…. Los comienzos.
La globalización contribuyo,
la falta de previsión para con un enemigo casi invisible y la dejadez hizo que
todo explotara…. Una pandemia se había iniciado.
En la historia ha
habido plagas, claro que sí, pero nunca a un nivel global, a las justas
llegaban a ser por continentes, pero el alcance de este virus con corona ha
sido sorprendente, ha agarrado a todos con la guardia baja. Nadie lo esperaba.
Asia aparte de China trata
de luchar con el virus de diversas formas posibles y en algunos casos parece
que les está dando resultados.
Europa se fue por la
borda, italianos y españoles pensaron que podían bailar tarantela y flamenco
encima del virus y se fueron al caracho, ahora están encerrados en sus casas
viviendo una situación que nadie quisiera vivir, los demás vecinos europeos no
la pasan mejor.
En Oceanía también se
han confirmado casos de Coronavirus y la población está alerta.
En América, partiendo
de Usa a Trump se le han venido encima por no tomar las medidas necesarias y
los infectados siguen creciendo, los demás países de la región combaten como
pueden cerrando fronteras, decretando inamovilidad, suspendiendo vuelos, y duplicando
sus esfuerzos, cada quien, a su manera, siendo El Salvador uno de los países que
mejor ha combatido el tema.
En Perú algunos dicen
que el Presidente demoro las medidas, pero creemos que se ha puesto los
pantalones y está haciendo lo que muchos tal vez no se hubieran atrevido a
hacer.
Tras una serie de
medidas, decidió declarar estado de emergencia por 15 días y sacar al ejército
y la policía para que la medida se cumpla, y aunque siempre hay quienes le
quieren sacar la vuelta a la ley, parece que se va avanzando a paso lento, pero
seguro, hasta ahora hay 117 infectados.
Más allá del panorama
mundial y de lo desolador, aterrador y otros adjetivos de lo que está
sucediendo, más allá de que todo esto sea como una pesadilla de la que hace
rato quisiéramos despertar, hay una lección en todo esto.
Dios nos está enseñando
de cuan miserable y pequeño es el ser humano delante de Él, pónganse a pensar
como un resfrió que muchas veces pasa desapercibido, muta a una categoría más
letal y genera que todo el mundo se ponga de rodillas.
Dios tiene el control
de todo, lo que pasa ya fue predicho en su palabra (Mateo 24), debemos de
confiar y creer que él es nuestro refugio (Salmos 91)
Para quienes están
leyendo y no conocen a Dios, no esperes más, Dios envió a su único hijo a morir
en la cruz por nosotros (Juan 3:16) ….
Para la iglesia es un
buen tiempo para demostrar que más allá de un lugar físico podemos seguir
siendo iglesia, y aprovechar esta era digital para quizás poder reunirnos por
este medio, además aprovechar el tiempo de aislamiento para buscar más de su presencia….
Todas las cosas ayudan a bien, a los que
conforme a su propósito han sido llamados.
Hacia adelante que aún
hay mucho camino por recorrer, que esta situación no nos detenga, sino más bien
que nos impulse a continuar.
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