Una de las cosas más
difíciles de hacer es la transición de un lugar a otro, esto lo viví en carne
propia hace más de dos años cuando el telón se cerró y me quedé en el aire.
Lo peor que pude hacer
fue tratar de vivir la vida loca y de no decidirme por ir a una iglesia, al
menos que alguien me de crédito pues lo intenté, pero fracasé, me fui de cara,
literalmente.
Lo peor de no ir a una
iglesia es que uno se la cree y empieza a racionalizar y llegar a la conclusión
de que puede vivir para Dios sin necesidad de iglesia, es falso, yo creo que la
iglesia es necesaria, al menos en mi caso así lo comprobé, no se el resto.
Una amiga a la que
quiero mucho me dijo que mientras más uno se aleja de la iglesia, más difícil
seria regresar y eso fue lo que me paso, se te pegan un montón de cosas que no
son normales y empiezas a pensar que es lo correcto.
Yo estuve en una
iglesia donde iba y venía, desaparecía y volvía a aparecer, mismo muerto que
regresa a la vida. No encajaba, no por ellos, sino por mí. Me seguí paseando
haciendo tour por iglesias Bautistas y de doctrina media trucha, nada pasaba, siempre
cuando no tenía donde ir, aterrizaba en la iglesia de mis padres, era chévere,
pero tampoco… Y yo seguía viviendo la vida loca, o una versión light de la vida
loca, si se puede decir así.
Hasta que por allí se
abrió la puerta casi sin querer queriendo y lo peor fue que creo que, aunque estaba
abierta, yo me metí por la ventana, pero al menos entre y vi que “sorpresa”,
tal vez me podría quedar allí, al menos me sentía útil, y sin querer queriendo
me quede y ya van casi siete meses, mira tú, quien lo diría.
Dos años perdidos, dos
años para perderme y encontrarme, dos años llenando mi cabeza de basura, aun
las secuelas de esos años perdidos continúan, pero a pesar de todo allí le
seguimos.
Fracaso aparente, tiempo perdido, puñaladas
que no vimos venir, soledad, crisis, personas que nunca perdieron la fe, otras
que se hicieron humo, Dios amoroso y paciente, un nuevo comienzo… Sentido de
pertenencia.
Las iglesias físicas
no son eternas, pero al menos por fin encontré un hogar con gente con sus
defectos y virtudes, diferente a mi antigua casa, pero eso lo hace especial,
nuevos retos, nuevas expectativas, una nueva familia y amistades que esperemos
trasciendan las paredes eclesiales de aquí a futuro.
El próximo paso está
cerca, un paso de fe, solo un poco más, un último aliento y expectativa total
por lo que vendrá. Porque la expectativa es la puerta a los milagros.
Por último, solo un
pequeño consejo a quienes están sin iglesia, no dejen pasar mucho tiempo como
lo hice yo, es necesario asistir a una, con el estado de las cosas afuera, lo
malo se pega muy fácilmente, no crean que no encajan en ninguna, porque es
mentira, siempre hay una iglesia para los hijos de Dios.
Si realmente eres un
hijo de Dios, tengo la seguridad de que Dios te atraerá con sus cuerdas de amor
y te llevará al lugar correcto, pídele por ello, porque cuando te enfríes será
harto complicado regresar… No esperes MAS, no te creas el cuento de que todas
las iglesias son falsas, Dios siempre tiene un remanente…. Te pido de rodillas que
lo consideres y que no cometas el tremendo error que yo cometí, porque hasta
hoy ando pagando sus consecuencias.
Ten fe en Dios, porque
nunca deja desamparados a sus hijos…. Un abrazo amado lector.