Por qué será que el cristianismo es algo en donde los
contrastes son tan marcados entre sus facciones, por qué será que entre
cristianos nunca están de acuerdo y hay bandos o denominaciones, alguna
demasiado radicales, algunas demasiado liberales y algunas propagando la
doctrina de la prosperidad, atrayendo a incautos con flojera por leer su
Biblia.
Por un lado la facción de los radicales que todo lo ven
mal y que valga la pena mencionar son los más atrevidos y los que ves en la
calle más seguido predicando el evangelio, pero son del tipo de personas que
ven mal muchas cosas y para todo tienen algo porque llamarte la atención y si
te ven haciendo algo que no les cuadra se te vienen encima con todo y hasta te
deslanan…. Y están diseminados por allí y muchas veces tristemente alejan a las
personas de Cristo pues para ellos el cristianismo se asemeja más a un cúmulo
de reglas que uno debe de cumplir y dejan la gracia a un costado.
Por otro lado están los liberales que para ellos todo
está bien y todo vale, ellos ofrecen un cristianismo algo más al gusto del
cliente y venden a Jesús en el escaparate haciendo iglesias al gusto del
cliente, iglesias segmentadas para diferente tipo de personas y no les importa
usar cualquier método a la mano para marketear su cristianismo. Muchas veces
dejando a Dios en segundo plano y poniendo sus gustos por delante.
Y de los de la prosperidad ni que hablar ellos lo único
que desean es trasquilar ovejas y van detrás de los incautos que creen en todo
lo que les dicen y no se toman la molestia de analizar el mensaje como lo
hicieron los cristianos de Listra.
“Todo me es licito, pero no todo me conviene” dice la
Biblia. Somos humanos y somos falibles, no somos perfectos, solo seremos
perfectos cuando lleguemos al cielo, eso no significa que nos tomemos
licencias, pero tampoco significa que seamos demasiado radicales y que cada vez
que caemos busquemos sacar la vuelta y desaparecer.
No creo que esté mal escuchar cierto tipo de música, ni
usar cierto tipo de ropa, siempre y cuando no llevemos a idolatrar esto, no
esta mal tener un cierto gusto por algunas imágenes extremas o que nos guste el
arte urbano o contracultural, no está mal tener tatuajes, siempre y cuando
conozcas tu motivación al hacerlos, pero siempre sin llegar a extremos. Todo
extremo es malo ser demasiado legalista o ser demasiado radical.
La Iglesia no puede cerrarle la puerta a nadie, no
podemos hacer una iglesia demasiado legalista y “limpia”, y de igual forma no
podemos hacer una iglesia de puros radicales porque si llega una abuelita o una
familia, no le podemos cerrar la puerta negándoles la entrada.
La Iglesia debe de estar conformada por todo tipo de
personas, debe de enseñar la sana doctrina, predicar el evangelio, discipular a
las personas, hacer labor social y tener muy clara su visión y su misión y sus
miembros deben de respirar esa misión y esa visión como su vida misma.
Vivimos tiempos peligrosos, es hora de entender para que
estamos aquí y de empezar a tomar acción y defender lo que creemos y vivirlo.
1 Corintios 10.23-24
“Todo
me es lícito, mas no todo conviene: todo me es lícito, mas no todo edifica.
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