lunes, 15 de diciembre de 2014

Colombia: Cristianos arriesgan sus Vidas para evangelizar a Guerrilleros

Durante cinco décadas, Colombia ha luchado contra los insurgentes marxistas. Los combates aún resuenan en las zonas de conflicto, pero eso no detiene a un mensajero de paz.
En una película titulada “La Montaña”, un actor representa al misionero Martin Stendall en una de sus salidas.
Durante muchos años, Stendall ha llevado literatura cristiana a los guerrilleros, a paramilitares y al ejército. Él se ha convertido en amigo de todos. Sus emisoras y miles de radios solares, le abren el camino.
“Hay zonas de conflicto en Colombia donde no es posible tener edificios de iglesia, donde no es posible tener cultos establecidos, donde no es posible hacer labores tradicionales de evangelista o misionero. Y nosotros tenemos programas de radio dirigidos a esas zonas. Radios solares fijos en nuestras frecuencias que lanzamos en paracaídas desde el avión. También penetramos estos sitios con Biblias y con libros y con otro material cristianos”, dijo Russell Stendall, de Colombia para Cristo.
Stendall ha regalado más de 120.000 radios solares.
El periodista Darío Silva ha seguido el conflicto por muchos años. Ahora es pastor de una de las iglesias grandes de Bogotá.
La iglesia envía ayuda periódica a familias rurales, pero Silva dice que existe una brecha entre las grandes iglesias colombianas y los creyentes aislados y perseguidos del país.
“Las iglesias tienen la tendencia, sobre todo las ‘mega church’, de ser muy Laodicea. Lo tengo todo. Que rico soy. ¿No es cierto? Pero no se dan cuenta de los problemas que atraviesan otros hermanos”, explicó Silva.
Silva agrega que pese a las dificultades y la persecución, el evangelio ha llegado a los rincones más apartados del país. Él recuerda la queja de un líder guerrillero:
“Es que ustedes los evangélicos son el problema más grande que tenemos. Porque nosotros llegamos a un sitio apartado del país, donde no hay luz eléctrica, ni acueducto, ni carreteras, ni transporte, ni casa cural, ni siquiera una autoridad política, y siempre hay un loco con un libro negra bajo el brazo predicando a Jesús”, indicó Silva.
En las montañas y selvas del suroeste de Colombia la guerrilla todavía está expulsando a creyentes, destruyendo iglesias, y asesinando a pastores. Puertas Abiertas Internacional dice que más pastores han sido asesinados ahí en Colombia que en cualquier otro país democrático del mundo.
En una zona selvática luchaba el guerrillero Helmer, el temido comandante Jerónimo, de las FARC.
“Llegando a ser comandante en el Cauca descargué todo ese ateísmo en contra del pueblo de Dios. Expulsando pastores, cerrando iglesias, matando evangélicos porque no hacían caso a lo que nosotros queríamos que ellos hicieran que era negar a Jesucristo, negar a Dios”, aseveró Helmer.
Pero tras años de perseguir a los cristianos, se dio cuenta que había fracasado.
“Entre yo más les persigo, ellos más crecen, mas resisten, mas fructifican. Entonces yo me decía, ‘Pero, ¿cómo? Si yo los estoy tratando de acabar y ellos crecen más, se multiplican y avanzan mucho'”, señaló Helmer.
Hoy, su arma es una Biblia, e invita a todos a seguir las enseñanzas Jesucristo en vez de seguir las doctrinas de Carlos Marx.
Tantos se han convertido a Cristo que el rumbo del conflicto está cambiando. Stendall asegura que hasta cien mil, o un diez por ciento de los combatientes, ahora son seguidores de Jesús.
“Estamos hablando de más o menos un millón de hombres y mujeres directamente metidos en el conflicto. Y como hemos repartido radios solares a cien mil de ellos, que lo han solicitado porque quieren un discipulado profundo en la palabra de Dios, de ahí sacamos el numero de cien mil”, dijo Stendall.
Los cristianos indígenas también están ganando almas. Alvaro Dagua, de la etnia Guambiana, dirige dos emisoras de radio cristianas.
“Porque yo fui un producto de una radio. Una radio me evangelizó. Una radio me discipuló. Y una radio me inspiró”, indicó Dagua.
Durante la reciente conferencia COICOM en Cali, Dagua y otros guambianos expresaron su deseo de ir más allá de su propia tribu.
“Si tu entras tres días a pie en una selva virgen vas a encontrar a la etnia Aguá que no han sido civilizados. Entonces queremos llegar allá con la emisora, con la palabra de Dios. Que la etnia Aguá pueda poblar en el reino de los cielos”, aseveró Dagua.

Muchos esperan que las negociaciones en Cuba, entre las FARC y el gobierno colombiano, puedan poner fin a cincuenta años de conflicto en Colombia. Mientras tanto, pastores y evangelistas siguen usando la radio, literatura y otros medios para promover la paz de Cristo en las zonas de combate, reduciendo el conflicto con cada vida cambiada.

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