Un día bastante intenso en donde después de algunas cosas
que estuve pensando, necesitaba relajarme si o si así que me fui con un buen
amigo a recorrer el centro de Lima.
Eran las 10 de la mañana cuando salí de mi casa con rumbo
a la av Abancay, relajándome escuchando un buen glam ochentero y leyendo un
libro de CS Lewis, (aun a pesar de que unos ambulantes con sus instrumentos
musicales que querían que los escuche a la fuerza)
Al llegar a mi destino y ver que mi compañero demoraría me
fui a comprar un periódico y me senté en uno de los asientos ubicados a lo
largo de la Av. Emancipación ante la atenta mirada de algunos curiosos que me
miraban como un bicho raro.
Luego de otra llamada de mi compañero avisándome que
estaba atrapado en el infernal tráfico limeño y que tardaría más de la cuenta, decidí
enrumbar hacia Jirón de la Unión para luego poder llegar a la Plaza Mayor, al
llegar me fui caminando hacia la Plaza Chabuca y de regreso entre a la estación
del correo central que aunque algo olvidado sigue en pie pues se rehúsa a
quedar obsoleto, allí encontré a un pata que vendía y compraba estampillas.
Luego de eso me fui a ver el cambio de guardia y de paso me anime a grabar un
video rodeado de paisanos y de bastantes extranjeros sorprendidos ante la
majestuosidad de lo que contemplaban sus ojos.
Mi compañero me agarro en pleno cambio de guardia así que
una vez que nos encontramos fuimos a ver unas botas vaqueras donde unos patas
que las confeccionan muy bien, después de ello volvimos a bajar por Jirón de la
Unión para llegar a la Plaza San Martin en donde se estaba llevando un evento
denominado “Arte también es trabajo” y donde había trabajos bastante
interesantes como unos stickers originales hechos por Los Hermanos Morgue, una exposición
de fotos urbanas y muchas otras cosas
interesantes ,además por la noche se presentarían artistas de diversas
tendencias musicales para todos los gustos, muy buena iniciativa de parte de la
municipalidad.
Después de ver la expo fuimos a la querida calle Quilca
en donde cada vez que pasamos por sus calles nos embargan recuerdos imborrables
que estarán toda nuestra vida impregnados en nosotros, caminamos por sus calles
viendo libros y viendo sus emblemáticos lugares.
Teníamos hambre así que nos metimos a una pollería en
donde la final salimos disparados y asados por la mala atención y la pésima comida
que ofrecían, nos fuimos a ver vinilos y buscar algún disco original barato,
salimos y fuimos al centro comercial Centro de Lima para buscar a un pata que queríamos
comprarle algo, no lo ubicamos y lateamos por allí un rato, pero el pata nunca
llego y como estábamos con el hambre aguantada nos fuimos comer a otro
restaurante donde la comida se notaba bastante casera y por cierto deliciosa.
Salimos de allí y nos fuimos a la Av. Abancay para buscar
algunas cosas y de paso comprobar que las personas muchas veces no son amables
y algunas cuando les preguntas algo te mandan al desvió, anduvimos caminando
por sus caóticas calles llenas de personajes singulares y ambulantes que tímidamente
se van adueñando nuevamente de las calles, allí estuvimos un buen rato y luego
nos retiramos.
De Abancay bajamos nuevamente por Jirón de la Unión viendo
algunas tiendas y aterrizamos nuevamente en la Plaza San Martin eran como las 5
de la tarde y nos sentamos para esperar el concierto de Daniel F que veríamos
un momento antes de retirarnos a nuestras casas, luego de esperar el susodicho apareció
no una previa bastante aburrida, bueno el F se mando con unas cuantas canciones
incluyendo algunas cusirles romanzas, una canción de Leuzemia y un cover de los
Saicos que fue en donde precisamente decidimos emprender la retirada.
Pero aquí no termina la cosa pues decidimos ir de nuevo a
la tienda del pata que no habíamos encontrado, finalmente lo encontramos viendo
un concierto de Judas Priest quien personalmente no me gusta para nada, bueno
la cosa es que finalmente pude comprarle la camisa que andaba buscando y
retirarme contento del lugar.
Ahora si finalmente nos fuimos la paradero sin decirnos
le uno al otro lo cansado que estábamos aunque creo que se notaba en nuestros
rostros, la cosa es que nos despedimos y cada uno tomo su destino, al subir al
carro me puse a pensar y recién a las 7
y 30 me di cuenta que tenia reunión en otro lugar a las 6, ya nada se podía hacer,
pero fue un día divertido, confortante y que confirmo una vez mas lo hermoso
que es nuestro Centro Histórico si se toman las medidas pertinentes.
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