Alguien dijo por allí que al mejor cazador se le escapa la paloma y me da mucha vergüenza admitir que eso fue exactamente lo que me ocurrió el día de hoy en las siempre interesantes y agitadas calles limeñas.
Todo empezó cuando llegue a una Notaria a simplemente dejar un papel, pero me pidieron que por favor lo legalice y eso fue lo que intentaba hacer pero para mi mala suerte el notario no estaba así que mi plan era salir de allí, ir a sedapal y regresar, pero algo no es que cambiara mis planes, pero lo que si cambio fue mi orgullo si es que se puede decir así.
Bueno salí de allí pero como sabrán la avenida primavera está destrozada por las obras que harán millonario a algún alcalde ingenioso, bueno la cosa es que no había como cruzar la pista y yo me fui a la derecha cuando en verdad debí ir a la izquierda, camine como dos o cuatro cuadras hasta que encontré el crucero peatonal (si se le puede decir así) y seguí de frente porque alguien me dijo que a dos cuadras encontraría los vehículos que se suponen pasaban por allí pero que por las obras se habían desviado, camine esas dos cuadras y nada seguí caminando y nada de nada, al final después de media hora de dar vueltas como turista por calles que primero se veían tranquilas y después se transformaban en avenidas tugurizadas cansado y agotado termine regresando al mismo sitio de donde estuve en un principio solo que unas cuadras más abajo y justo por allí pasaban los carros, es decir que si me hubiera ido para la izquierda me hubiera ahorrado todo ese trote que me dejo literalmente con la lengua afuera y los pies adoloridos.
Y si pues amigos, yo que me considero un maestro de la calle, que creo conocerlas como la palma de mi mano fui víctima de ella y me dio a entender que aun tengo mucho que aprender y que no es tan fácil conocerla pues siempre habrá alguna avenida rota que te obligue a desviarte y en muchos casos quizás te llegues a extraviar.
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