Interesante día en el que fui a hacerme un nuevo tatuaje. Fue un día como cualquier otro en que ya tenía fríamente calculados todos mis movimientos como un fiel seguidor del chapulín colorado.
En la mañana me fui a Lima a dejar unas cosas y luego a comer algo rico antes de irme al matadero y encontré a mi acompañante quien me daba ánimos con su sola presencia.
Llegamos al lugar de los hechos y luego de esperar un largo tiempo como el peruano oprimido, llego la hora de la verdad.
Sentado allí mientras el brother preparaba su maquina me decía en que me habré metido. Entonces empezó la danza y mi pobre brazo sufría las inclemencias de la aguja y la verdad es que si me dolía pero me aguantaba como macho. Pasaba el tiempo y la sesión continuaba hasta que el tatuador para rellenar el brazo empezó a usar la maquina con tes agujas y allí si empezó la danza del dolor en su máxima expresión y yo veía estrellitas pero me las aguantaba como macho y el dolor seguía.
Hasta que por fin termino y yo ya estaba de colores pero feliz de haber poder terminado este tatuaje y como me decía el brother sin dolor no vale, claro pues hacerse un tatuaje es cosa de valientes y no es tan fácil como te lo pintan en tv, yo tengo cuatro y creo que aquí paro la mano, vamos a ver si es verdad, pero de todas formas toy alegre con el trabajo jeje.
En la mañana me fui a Lima a dejar unas cosas y luego a comer algo rico antes de irme al matadero y encontré a mi acompañante quien me daba ánimos con su sola presencia.
Llegamos al lugar de los hechos y luego de esperar un largo tiempo como el peruano oprimido, llego la hora de la verdad.
Sentado allí mientras el brother preparaba su maquina me decía en que me habré metido. Entonces empezó la danza y mi pobre brazo sufría las inclemencias de la aguja y la verdad es que si me dolía pero me aguantaba como macho. Pasaba el tiempo y la sesión continuaba hasta que el tatuador para rellenar el brazo empezó a usar la maquina con tes agujas y allí si empezó la danza del dolor en su máxima expresión y yo veía estrellitas pero me las aguantaba como macho y el dolor seguía.
Hasta que por fin termino y yo ya estaba de colores pero feliz de haber poder terminado este tatuaje y como me decía el brother sin dolor no vale, claro pues hacerse un tatuaje es cosa de valientes y no es tan fácil como te lo pintan en tv, yo tengo cuatro y creo que aquí paro la mano, vamos a ver si es verdad, pero de todas formas toy alegre con el trabajo jeje.
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