La subjetividad en la que vivimos se está volviendo algo
que realmente se está saliendo de control, ahora se reclaman por cosas que hace
algunos años ni siquiera se le daba mayor importancia, la gente parece que está
demasiado sensible y reclama por todo como si no tuvieran nada que hacer.
A todo esto se suma la censura a las personas que no
piensen como la mayoría pues sus ideas se consideran arcaicas, pasadas de moda
si se quiere decir de alguna manera, todo el que defienda una verdad objetiva
es considerado un retrograda.
A nivel mundial, en muchos países se han aprobado leyes a
favor de las personas de la comunidad LGBT, eso ha trascendido a muchos países
de Sudamérica y en estos momentos hay una lucha encarnizada sobre ese tema en
nuestro País.
El Perú por historia es un país machista (es triste pero
cierto) y en su mayoría Católico, es un país en donde esas ideas acerca de los
derechos de la comunidad LGBT no han calado hondo en la población, pues en su
mayoría aunque con todas sus cosas, las personas en Perú creen en la familia y
en el hombre y mujer como siempre lo ha sido a lo largo de la historia.
Es por eso nos da mucha tristeza que a pesar de que la
mayoría de personas en nuestro país se ha pronunciado infinidad de veces en
contra de que se acepten las imposiciones de la comunidad LGBT aquí como ha
sido en otros países, hay aún un grupo de personas que de manera terca y
prepotente, siguen queriendo imponer esas ideas al caballazo, como si su
palabra fuera ley y no viviéramos en una democracia, sino en una dictadura
gobernada por ellos.
La prensa ciertamente esta comprada por este grupo de
personas y de manera tendenciosa intenta tapar el sol con un dedo y desinformar
a la población, haciendo creer que las
marchas en pro de la familia son un fracaso cuando se ha visto que es
totalmente lo contrario. Ellos parecen que son quienes no entienden la palabra
“no queremos ese camino para nuestro país”.
Desgraciadamente parte del gobierno (no todo), se les ha
unido con la tan mentada ley de igualdad de género que solo busca confundir a
los niños en vez de dejarlos ser niños y de que puedan decidir por ellos mismos
más adelante que camino quieran tomar.
Por ultimo ciertamente creemos en la Biblia y en su
veracidad, quizás nos llamen arcaicos o retrogradas, pero la Biblia es nuestra
única verdad objetiva y dice claramente que “Dios los creo varón y hembra”,
cuando se refiere a los homosexuales lo hace de forma condenatoria, claro todo
pecado es igual a los ojos de Dios, quizás, pero creemos que los pecados que
afectan directamente al cuerpo son peores que los demás (pensamiento personal).
Además se ve que como dijéramos en un artículo anterior, muchas ciudades de la
antigüedad como Sodoma y Roma cayeron por su perversión sexual.
Lo que tiene que suceder, sucederá, pero no por ello
dejaremos de denunciar lo que está en contra de la Palabra de Dios. Y creemos
que un homosexual si puede cambiar al igual que lo puede hacer un drogadicto,
un alcohólico, un pedófilo o un pervertido sexual. Solo Dios puede cambiar a
las personas, no nosotros.
Mantengámonos siempre en oración por nuestro amado País.
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