Por fin se terminaron las elecciones mas sucias,
truculentas, penosas y apretadas de la historia del Perú en donde las ideas y
propuestas brillaron por su ausencia y por el contrario los puyazos y golpes
bajos estuvieron a la orden del día. Todo en aras disque de la democracia y el
pseudo amor por el país.
Luego de una primer vuelta en donde todos ajustaron (yo
incluido), PPK y Keiko avanzaron a la segunda vuelta y allí empezó el carga
montón y el bullying despiadado contra la candidata de fuerza popular. Todos le
pegaban a la china como si fuera porfiado, todos le daban como si fuera
piñata, no le pasaban una y estos eran
los que decían que lo hacían por la democracia, cuando la verdad era que se morían
de miedo pues si Keiko salía la iban a pasar
realmente mal.
Al final la misma Keiko se hizo harakiri a si misma no
sabiendo manejar os escándalos dentro de su partido y mostrándose como alguien
que solo se dedicaba a repartir golpes durante el debate. Todo eso mas añadido
al carga montón antes mencionado hizo que de estar siete puntos arriba a una
semana de la votación termine perdiendo como se dice criollamente “por un pelo
de rana calva”.
PPK que como el buen San Martin se asocio con perro,
pericote y gato ha demostrado después de ganar las elecciones que no le importa
mucho que camiseta vista la gente, lo que quiere es concertar y buscar a los
mejores en cada campo para poder hacer un buen gobierno que parece es su objetivo,
pues quiere ser recordado de buena manera, al menos parece que esta empezando bien,
esperamos que sea verdad y que la oposición sea eso y no obstrucción pues por
el bien del gobierno y del país en general sería bueno dejar atrás viejas
discordias y agendas personales y mirar todos por el bien del Perú que hace
rato que necesita alguien que maneje el timón de manera coherente y con mano
firme.
Por último recordemos que debemos de orar por nuestras
autoridades… Tengámoslo presente.
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