miércoles, 25 de enero de 2012

Reflexionando en la Ley de Dios


Cuando leemos la Biblia particularmente los cinco primeros libros nos encontramos con numerosas leyes que Dios le dio a su pueblo.
Algunas personas dicen que cuando Jesús vino a la tierra, vino para abolir la ley, pero en ninguna parte de la Biblia se menciona eso, más bien Jesús dijo que había venido a cumplir toda la ley lo que finalmente hizo pues nunca cometió pecado y como sabemos todos por nosotros se hizo pecado.

17 »No piensen que he venido a anular la ley o los profetas; no he venido a anularlos sino a darles cumplimiento.18 Les aseguro que mientras existan el cielo y la tierra, ni una letra ni una tilde de la ley desaparecerán hasta que todo se haya cumplido
Mateo 5:17-18

Según nuestro modesto entender a lo que Jesús se refería era que ahora a través de Él se instauró la gracia, lo que significa que si fallamos en algo, ya no somos condenados como en el pasado y cuando caemos podemos ir y pedir perdón a Dios y seguir adelante sin necesidad de sacrificios ni nada por el estilo, tan solo a través de una sincera oración.  ¿No es maravilloso?
Ahora,  ¿a que viene todo esto?; Es que leyendo un poco acerca de las leyes que Dios instauro en el pasado y que la mayoría de personas han dejado en el olvido, vemos la sabiduría de Dios quien pensó absolutamente en todo para hacer un pueblo saludable tanto física, como espiritualmente y para vivir una vida comunitaria saludable.
Creo que si algunas de estas leyes se siguieran aplicado en estos días, las cosas en este mundo serian mucho mejor y no tendríamos tantos problemas como los tenemos hoy y tanto libertinaje rodeándonos y nuestro planeta seria mas saludable así como la salud de las personas, y la gente no tomaría a Dios tan a la ligera.
Para darles una pequeña muestra de lo estamos hablando les ponemos a continuación el capítulo 24 de Deuteronomio:

1 »Si un hombre se casa con una mujer, pero luego deja de quererla por haber encontrado en ella algo indecoroso, sólo podrá despedirla si le entrega un certificado de divorcio.2 Una vez que ella salga de la casa, podrá casarse con otro hombre.
3 »Si ocurre que el segundo esposo le toma aversión, y también le extiende un certificado de divorcio y la despide de su casa, o si el segundo esposo muere,4 el primer esposo no podrá casarse con ella de nuevo, pues habrá quedado *impura. Eso sería abominable a los ojos del *Señor.
 »No perviertas la tierra que el Señor tu Dios te da como herencia.
5 »No envíes a la guerra a ningún hombre recién casado, ni le impongas ningún otro deber. Tendrá libre todo un año para atender su casa y hacer feliz a la mujer que tomó por esposa.
6 »Si alguien se endeuda contigo, no tomes como prenda su molino de mano ni su piedra de moler, porque sería lo mismo que arrebatarle su propia subsistencia.
7 »Si se descubre que alguien ha secuestrado a uno de sus hermanos israelitas, y lo trata como esclavo, o lo vende, el secuestrador morirá. Así extirparás el mal que haya en medio de ti.
8 »Cuando se trate de una infección de la piel,[a] ten mucho cuidado de seguir las instrucciones de los sacerdotes levitas. Sigue al pie de la letra todo lo que te he mandado.9 Recuerda lo que el Señor tu Dios hizo con Miriam mientras andaban peregrinando, después de que el pueblo salió de Egipto.
10 »Cuando le hagas un préstamo a tu prójimo, no entres en su casa ni tomes lo que te ofrezca en prenda.11 Quédate afuera y deja que él mismo te entregue la prenda.12 Si es pobre y en prenda te ofrece su manto, no se lo retengas durante la noche.13 Devuélveselo antes de la puesta del sol, para que se cubra con él durante la noche. Así estará él agradecido contigo, y tú habrás actuado con justicia a los ojos del Señor tu Dios.
14 »No te aproveches del empleado pobre y necesitado, sea éste un compatriota israelita o un extranjero.15 Le pagarás su jornal cada día, antes de la puesta del sol, porque es pobre y cuenta sólo con ese dinero. De lo contrario, él clamará al Señor contra ti y tú resultarás convicto de pecado.
16 »No se dará muerte a los padres por la culpa de sus hijos, ni se dará muerte a los hijos por la culpa de sus padres. Cada uno morirá por su propio pecado.
17 »No le niegues sus derechos al extranjero ni al huérfano, ni tomes en prenda el manto de la viuda.18 Recuerda que fuiste esclavo en Egipto, y que el Señor tu Dios te sacó de allí. Por eso te ordeno que actúes con justicia.
19 »Cuando recojas la cosecha de tu campo y olvides una gavilla, no vuelvas por ella. Déjala para el extranjero, el huérfano y la viuda. Así el Señor tu Dios bendecirá todo el trabajo de tus manos.
20 »Cuando sacudas tus olivos, no rebusques en las ramas; las aceitunas que queden, déjalas para el extranjero, el huérfano y la viuda.
21 »Cuando coseches las uvas de tu viña, no repases las ramas; los racimos que queden, déjalos para el inmigrante, el huérfano y la viuda.
22 »Recuerda que fuiste esclavo en Egipto. Por eso te ordeno que actúes con justicia. 

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