La semana que paso fue de gran bendición para mi vida pues estuve en una campaña que hicieron unos hermanos de los Estados Unidos aquí en Perú y tuve la oportunidad no solo de traducir sino también de compartir experiencias, enseñar la Palabra de Dios y hasta de recibir una poderosa Palabra de Dios para mi vida.
Todo empezó con una llamada de un viejo compañero de batalla que me dijo que andaban buscando traductores para una campaña médica, así que lo llame y luego de esperar unos días me devolvió la llamada y eso fue todo ,me prepare y fui y cuál sería mi sorpresa pues encontré a algunos amigos que me hicieron sentir como si estuviera en casa.
La semana fue realmente fructífera pues realizamos Campaña Medica con doctores, oculistas y dentistas en San Juan de Lurigancho, Puente Piedra, Los Olivos, San Bartolo y Los Pulpos, además visitamos diversas Iglesias y pudimos compartir de la Palabra de Dios a muchas personas, además de desafiar a los hermanos a poder seguir adelante en el camino del Señor.
La verdad es que más allá del hecho de poder traducir y conocer nuevas personas, la verdadera bendición radica en poder compartir la Palabra de Dios a las almas necesitadas y también poder ayudar y fortalecer a los creyentes para que puedan seguir firmes en la fe.
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