domingo, 31 de agosto de 2008

El Servicio en la Iglesia

En esta oportunidad me gustaría hablar un poco mas acerca de los Levitas por si algunos no los conocían o no sabían de su historia y celo por la obra de Jah.
Levi era uno de los doce hijos de Jacob, su madre se llamo Lea.
Como es conocido Levi llego a ser una de 12 tribus de Israel.

La tribu de Levi se destaca pues cuando Israel peco adorando al becerro de oro Moisés enfurecido por el pecado cometido clamo a gran voz “Todo el que este del lado del Señor que se pase de mi lado y se le unieron los Levitas” (Exodo 32:26) que tuvieron celo por Dios y mataron a los que habían cometido pecado (mataron en total unos 300º hombres). Luego de Esto el Señor los escogió

En vez de los primogénitos de Israel que les correspondían pues Dios los había salvado de ser muertos por el ángel que mato a los primogénitos egipcios. Es por eso que los Levitas fueron separados para el servicio a Dios que en ese tiempo consistía en dedicarse a las labores del tabernáculo (preparar las mesas, desmontar y montar la tienda y todo lo relacionado al servicio).
Debían de estar consagrados al Señor para poder servirles pues así lo exigía Dios.

Luego en tiempos posteriores David tomo a los Levitas para el cuidado del templo del Señor e incluso nombro a algunos para el servicio musical, un ejemplo de esto era Quenanias director del canto.
En el tiempo de Jesús podemos hablar de los Discípulos como las personas que prestaban servicio al Señor pues si recordamos, ellos ayudaban al maestro en todas las cosas que el necesitaba, un ejemplo fue que fueron a preparar la cena. Después de ello se instituyeron lo que llegaríamos a conocer como diáconos como Esteban quien fue uno de los primeros y es el nombre con el que comúnmente se les llama en la iglesia a los que arreglan todas las cosas para el servicio del Señor.

Como vemos el servir al Señor es un gran privilegio y debemos de tomarlo así cuando debamos de arreglar las cosas para el servicio o limpiar o otras cosas, debemos hacerlo con excelencia y darnos cuenta que estamos llamados los que hacemos esta labor a ser los Levitas de este tiempo. Teniendo un corazón de servicio, sirviendo con todo nuestro ser y darnos íntegros por el servicio a Jah. No nos cansemos pues puede ser un trabajo quizás silencioso y sin mucho reconocimiento, pero recuerden que Dios lo ve todo y el conoce los corazones.

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