jueves, 7 de noviembre de 2024

Meditando en las Elecciones en USA. (Y confiando en Dios)

 




Donald Trump ganó las elecciones de USA hace unos días con una gran diferencia sobre su rival Kamala Harris y nos deja en claro ciertas cosas.

El triunfo de Trump hace ver que los gringos estaban aburridos de la anarquía que empezaba a gobernar en su país y que los extranjeros (el que lea entienda) empiecen a hacer lo que les venga en gana en su país sin que el gobierno se interese en hacer algo al respecto.

Creo que los gringos extrañaban el orden y la mano dura de antaño, la estabilidad por encima de la incertidumbre y el sentirse protegidos por sus autoridades.

Creo que Trump tiene muchos defectos que le podemos criticar, pero hay tres pilares fundamentales que defiende y que en estos tiempos es difícil que las autoridades actuales las defiendan: patriotismo (defensa de los derechos del país por encima de otros intereses), temor a Dios y defensa del modelo familiar creado por Dios. Irónicamente, los pilares que el globalismo se empeña tanto en destruir.

Con la llegada de Trump al poder, los progres y rojos que han tomado los medios de comunicación están levantando su voz, llorando a voz en cuello y esparciendo sus mentiras y ponzoñas.

Es increíble cómo han cambiado las cosas en el mundo, y gobiernos liberales y sin ideas ni principios se han apoderado de la mayoría de países y medios de comunicación y lo que es malo ahora es bueno y viceversa. Me da mucha pena que gobiernos que quieren ir en contra de la corriente y luchan por la estabilidad de sus naciones y promover valores sean vistos como locos idealistas o dictadores (Bukele, Milei o Trump).

Nuestra fe no descansa en los gobiernos de turno, sino en Dios, pero eso no quita que aplaudamos a los gobiernos que quieren seguir el rumbo correcto y despreciemos toda esta corriente moderna que solo quiere ver al mundo arder y recoger los pedazos… Dios en control.

 

SALMOS 2

¿Por qué se rebelan las naciones
    y en vano conspiran los pueblos?
Los reyes de la tierra se rebelan;
    los gobernantes se confabulan contra el Señor
    y contra su ungido.
Y dicen: «¡Hagamos pedazos sus cadenas!
  ¡Librémonos de su yugo!».

El que está en el trono de los cielos se ríe;
    el Señor se burla de ellos.
En su enojo los reprende,
    en su furor los asusta y dice:
«He establecido a mi rey
    sobre Sión, mi santo monte».

Yo proclamaré el decreto del Señor:

«Tú eres mi hijo», me ha dicho,
  «hoy mismo te he engendrado.
Pídeme, y como herencia te entregaré las naciones;
    serán tu propiedad los confines de la tierra.
Las gobernarás con cetro de hierro;
    las harás pedazos como a vasijas de barro».

10 Por eso ustedes, los reyes, sean prudentes;
    déjense enseñar, gobernantes de la tierra.
11 Sirvan al Señor con temor;
    con temblor ríndanle alabanza.
12 Besen al hijo,[b] no sea que se enoje
    y sean ustedes destruidos en el camino,
    pues su ira se inflama de repente.
¡Dichosos los que en él buscan refugio!

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