Los 80, una época extraña y muy dura para ser músico en Perú. No existía la tecnología de hoy y los jóvenes buscaban maneras diversas en donde poder verter su creatividad. El rock en Perú estaba en etapa de transición olvidando el legado de los 60 y 70 (con o sin propósito) y un nuevo sendero se trataba de abrir paso en el horizonte sombrío.
Locales como el fenecido
“No Helden”, la etiqueta punk del “Hazlo tú mismo” y muchas ganas hicieron que
dé a pocos vayan surgiendo grupos de rock a quienes se les etiquetó de
subterráneos porque tocaban alejados del lado comercial de la música y un
público reducido (en principio). Algunos de ellos murieron en el intento y
otros a punta de sangre, sudor y lágrimas se fueron abriendo paso.
Las cuatro primeras bandas
del rock subte que se harían conocidas gracias a un compilado en tape que paso
de mano en mano serían Leusemia / Guerrilla Urbana / Zcuela Crrada / y
Autopsia.
Muchas de estas bandas
solo lanzarían demos que años después algunos serían relanzados en CD, algunos
de sus miembros se harían conocidos por tocar con otras bandas como es el caso
de Fernando “Cachorro” que luego tocaría en Narcosis, otra banda muy conocida
que pese a la precariedad de su primer disco se hizo muy popular, además muchas
bandas rotarían miembros unas con otras. Dato curioso es que Pedro Cornejo, que
se hiciera famoso como periodista, toco por un tiempo en Guerrilla Urbana.
Lo que empezó como un
movimiento para levantar la voz en contra de un futuro incierto, pronto se
tornó en algo asfixiante, lleno de reglas estúpidas al infiltrarse dentro de la
incipiente escena personas demasiado radicales y con una visión cegada de la
realidad, queriendo politizar el asunto y esconderse en su propio “gueto” y eso
llevo a la lucha de clases entre cholos punks y pitu punks. Y eso a la larga
llevaría a la muerte de la primera escena subte de Lima, qué solita se disparó
a los pies.
Curioso es que muchos de
sus exponentes viajarían al extranjero a buscar un mejor futuro, de los que se
quedaron por estos lares, Wicho de Narcosis se unió a Micky Gonzales como
productor y luego comienza la banda dedicada al amor/desamor y muy comercial
Mar de Copas, Pelo Madueño explora su lado pop con La Liga del Sueño, Daniel F
sigue con su versión de Leuzemia extraña y progresiva, de las cenizas de G3
surge Inyectores y muchos otros quedaron en el olvido.
Luego surgiría un Tsunami
de bandas y eventos que convocaban a las masas, el rock subte de antaño vuelve
a estar “de moda” y viejas bandas anuncian reuniones tocando en eventos donde
la entrada costaba de 50 soles para arriba (siendo generosos), salen rediciones
en CD y LP de los discos de esos años y libros sobre el asunto… Como cambian
las cosas con el tiempo. Al final quiera uno o no todo es comercial, el que
diga lo contrario se está mintiendo a sí mismo.
PD: Los metaleros son un punto aparte, ellos vivían en un
mundo paralelo en aquella época.
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