Para tener una idea de por qué los cristianos
coptos de Egipto y sus iglesias son constantemente atacados -la última vez el
domingo 11 de diciembre de 2016, cuando una iglesia, la Catedral de San Pedro
en El Cairo, fue bombardeada, matando al menos a 27 cristianos- sólo se
necesita escuchar las palabras y enseñanzas de alguno de los predicadores de la
nación musulmana.
Veamos, por ejemplo, al Dr. Ahmed al-Naqib.
Ha estudiado en las mejores madrazas (escuelas) islámicas,
incluyendo la Universidad Al Azhar de Cairo (es la universidad
islámica más importante a nivel mundial); es autor de numerosos libros sobre
doctrina islámica; recibió premios y condecoraciones por sus logros académicos,
y aparece regularmente en televisión. En un video está discutiendo un ataque
musulmán anterior a una iglesia en Egipto. Los medios y el gobierno siempre
acusan a las iglesias con el término fitna, una palabra árabe que
significa tentación o discordia, y que se aplica en el sentido de
que a los musulmanes les es ordenado oponerse a tal cosa.
Citando textos islámicos venerados, incluyendo el Corán, el Dr. Naqib explicó
que la exhibición abierta del shirk (idolatría o politeísmo)
-el mayor pecado en el islam, asociar a alguien con Alá (su dios), de lo cual
el Corán acusa a los cristianos al hablar de Jesucristo como el Hijo de Dios-
es la peor forma de fitna; según el Dr. Naqib es peor que
asesinar y derramar sangre.
En otras palabras - el Dr. Naqib lo dejó
perfectamente claro en el resto del video - fitna (o
discordia) no es cuando los musulmanes atacan a las iglesias cristianas, sino
que, lejos de eso, es cuando se les permite a los cristianos hacer alarde de su shirk (blasfemias)
en iglesias cerca de personas musulmanas. Combatir eso, incluso hasta el punto
de "asesinar y derramar sangre", es preferible según el Dr. Naqib.
Luego está el Dr. Yasser Burhami, el
rostro del movimiento salafista egipcio. Burhami se halla
tan bien acreditado y tan prolífico como Naqib. Burhami fue
grabado diciendo que, aunque a un musulmán se le permita casarse con mujeres
cristianas o judías, debe asegurarse de que todavía las odia en su corazón -y
siempre tiene que demostrar que las odia- porque son infieles (porque no creen
en Alá); de lo contrario corre el riesgo de comprometer su islam.
En cuanto a las iglesias, Burhami emitió
una vez una fatwa que prohibía a los taxistas y conductores de
autobuses musulmanes transportar sacerdotes cristianos a sus iglesias, lo que
él describió como un acto"más prohibitivo que llevar a alguien a un bar para
tomar alcohol".
Pero no son sólo jeques (líderes o
sabios) "radicales" o salafistas quienes hacen
pronunciamientos tan llenos de odio. También lo hacen las llamadas
instituciones islámicas "moderadas", como el centro de cuestiones de
la ley islámica Dar al-Ifta de Al Azhar, que emitió una fatwa en
agosto de 2009 comparando la construcción de una iglesia con “una discoteca, un
casino de juegos de azar, o como construir un establo para criar cerdos, gatos
o perros”.
Tales analogías no son originarias de los salafistas o
Dar al-Ifta, sino que más bien se remontan a las enseñanzas de algunos de los
eruditos islámicos más reverenciados del islam, incluyendo a Ibn Taymiyya e Ibn Qayyim.
Ellos enseñaron que "construir iglesias es peor que construir bares y
burdeles; porque esas [iglesias] simbolizan la infidelidad, mientras que estos
[bares y burdeles] representan la inmoralidad".
Uno puede seguir y seguir dando ejemplos de líderes
e instituciones musulmanas que incitan -con absoluta impunidad- a ir en contra
de los cristianos y sus iglesias en Egipto. Aún muchos egipcios seculares y/o
moderados están de acuerdo en esto. Por ejemplo, en el año 2014, los
partidarios de la Hermandad Musulmana asesinaron a una mujer después de que su
cruz la identificara como cristiana. Poco después, un artículo publicado
titulado Find the True Killer of Mary (Encuentre
al verdadero asesino de Mary) argumentó al respecto lo siguiente:
“Aquellos que mataron a la joven cristiana Mary Sameh George,
por haber colgado una cruz en su coche, no son criminales; son más bien
herramientas de aquellos que legitimizaron para ellos el asesinato, el
linchamiento, el desmembramiento y el desnudamiento de jóvenes mujeres
cristianas, sin jamás pronunciar la palabra mata. Yassir Burhami y
sus colegas quienes anuncian su odio contra los cristianos a través de los
canales televisivos y en las mezquitas, afirmando que el odio a los cristianos
es sinónimo de amor a Alá, son los verdaderos asesinos que necesitan ser
juzgados y procesados. Se puede decir lo mismo del bombardeo suicida de la
catedral de San Pedro en El Cairo.”
En resumen, hasta que llegue el momento cando el
gobierno egipcio elimine a los jeques "radicales" y
sus enseñanzas en las mezquitas, las escuelas, las emisoras de televisión y
todos los demás puestos de influencia, los musulmanes seguirán siendo
radicalizados, las iglesias seguirán siendo bombardeadas y los cristianos [de
todas las denominaciones] seguirán siendo asesinados.
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