domingo, 20 de octubre de 2013

No nos Afanemos

Es inevitable no estar ansioso por una u otra razón en estos días modernos en los que vivimos. Las personas corren de un lado para otro y todos parecen tener prisa, el trabajo , los estudios, los pagos de diferentes índoles, el ministerio y tantas otras cosas más que desvían nuestra atención del propósito de Dios y de paso nos vuelven locos, sentimos que la cabeza nos va a estallar y Dios nos dice:

"Vengan a Mí, todos los que están cansados y cargados, y Yo los haré descansar.

Se ve fácil en el papel, pero hacer realidad esta palabra no es tan fácil pues las personas te dirán que por las diversas ocupaciones que tienen, en lo que menos piensan es descansar pues los afanes son la forma de vivir del mundo de hoy.
Pero Dios no quiere que sus hijos vivan de esa manera, Dios no quiere que nos amoldemos a la forma de vivir del mundo, pero desgraciadamente ese es el modelo que seguimos hoy en día.

Las cosas que conseguimos de manera afanosa tarde o temprano se perderán, recordemos que Jesús nos dijo que hagamos tesoros en el cielo, no en esta tierra donde la polilla y el orín corrompen y donde ladrones minan y hurtan.

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Eso es lo que quiere Dios que lo busquemos a el en primer lugar y si hacemos eso el ha prometido que todas las demás cosas serán añadidas, y sabemos que lo que Dios promete lo cumple.
Veamos lo que el afán hace en la vida de las personas:
1.    
  1. El afán nos llena de Preocupaciones
  2.   El afán nos satura con demasiadas ocupaciones
  3.   El afán nos convierte en personas interesadas
  4.   El afán nos hace quejarnos de todo y de todos
  5.   El afán nos turba
  6.   El afán mata nuestra fe y nos vuelve carnales

Debemos de descansar en la palabra de Dios para que de esa manera el afán no gobierne nuestras vidas, la Biblia dice:

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

El mundo vive bajo premisas engañosas, vive para el momento, vive para sí mismos, han olvidado por completo a Dios, el mundo es consumista e insaciable, se endeudan con deudas que difícilmente podrán pagar y viven sus vidas en continua angustia.

Nuestra mirada debe de estar puesta en el cielo no en los placeres temporales de esta vida, si somos afanosos, ese afán terminara por  matarnos, el apóstol Juan nos dijo que “No debemos de mar al mundo ni las cosas que están en el”, debemos contentarnos con lo que tenemos y vivir para hacer la voluntad de Dios, para cumplir con su propósito para nuestras vidas.

Recordemos que “El mundo pasa y sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanecerá para siempre”.

Tengamos esto en cuenta y reflexionemos sobre la manera en que estamos viviendo nuestras vidas.




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