jueves, 21 de agosto de 2025

Recordando nuestro periplo escribiendo fanzines

 



Un artículo más de los tantos que se acumulan por allí y que tal vez nunca vea la luz por razones muy obvias; muchos se pueden ofender.

Es triste ver cómo han desfilado tantos fanzines a lo largo de la historia del metal cristiano y secular, pero no pueden mantenerse, lanzan unos pocos números y luego desaparecen, dejan la visión, se dedican a otras cosas, tiran la toalla y el círculo sigue y sigue. Aunque en estos tiempos ya no tanto como antes, porque con el internet simplemente ya nadie saca fanzines.

Es interesante ver esos fanzines punkekes o de protesta que circulan en el underground limeño, que sacan número tras número y continúan y continúan con su lucha, errónea quizás, pero se mantienen firmes a pesar de los años.

¿Será que es tan complicado mantener una revista, es tan difícil como parece? Si es así, ¿por qué entonces nosotros seguimos a pesar de todos los problemas? Nos reímos porque quizás hayan entendido las cosas de manera incorrecta; nos referimos a ellos.

La gente que empieza un fanzine piensa al principio erróneamente que ganará el mundo, que venderá un montón, que se hará millonario, que ya no tendrá que trabajar, y en el camino descubre que eso es falso, pero en el camino también algo crece dentro del apasionado fanzineroso (porque también hay de los otros)… Convicción, pasión, amor por compartir su mensaje aun a pesar de que solo lo lean cinco gatos y que tenga que empezar a regalar revistas; ese es el mejor camino, creo, regalar revistas, comunicar el mensaje, ayudar a que otros abran los ojos y pedir a Dios en oración ayuda para poder continuar, preguntarle si debemos seguir; es tan complejo. Sobre todo, cuando creces y debes trabajar, pero sientes que debes seguir haciendo el fanzine, no importa cuántos saques; la cosa es seguir luchando, casi sin fuerzas, pero seguir; la pasión nunca decae cuando la tienes de verdad.

Fanzines, nunca morirán, Quilca sigue allí, nosotros seguimos aquí, Dios sigue arriba, la pasión intacta, maduros, pero aún convictos como siempre. Muchas cosas nos llegan, nos friegan, pero maduramos y seguimos escribiendo, editando fanzines. Pena nos dan aquellos que maduraron, pero dejaron la visión atrás, aunque no los culpamos, pues no es fácil.

Por lo pronto, seguiremos escribiendo, editando, llegando, apasionándonos, por lo menos hasta que Dios nos diga que nos dediquemos a otra cosa, pero como aún no lo dice e incluso nos ha jalado las orejas cuando hemos querido desertar, entonces, jjejee, seguiremos hasta el fin, pues, varón.