lunes, 22 de abril de 2024

La Historia de VAGUITO (Amor en la Playa)

 


Mi querido Perú es un país en donde todo puede pasar y que no tiene nada que envidiarle al mundo. Me enteré hace unos días que en nuestras hermosas playas sureñas al mismo estilo de Hachiko (el famoso perro que espero a su dueño en el tren) nosotros tenemos a Vaguito un perro que espera desde hace años a su dueño, un pescador fallecido en la playa de Punta Negra.

Y si tenemos bodrios en el cine, porque no hacer algo distinto (al menos para lo que es cine peruano) al buen Vaguito le hicieron su película y no solo eso, sino que también las ganancias de estas contribuirán a albergues que ayudan a los perritos sin hogar a ser adoptados, me parece una iniciativa genial.

No quiero ahondar mucho en la historia, pero creo que se la tuvieron que inventar para ponerle emoción al asunto. La verdad no tengo idea de en qué circunstancias habrá fallecido el dueño de Vaguito.

Vayan al cine, apoyen a los perrunos sin hogar, salgan con la familia o amigos y vean algo distinto. Eso sí, les recomiendo llevar papel higiénico o pañuelos.

Debo confesar que, si llore, sobre todo al acordarme de mi hermano perruno que me dejo el año pasado (supongo que si hubiese escrito a mano hubiese mojado el papel, soy un sentimental.)

Larga vida a los perrunos, las mejores mascotas del mundo mundial.

La Travesía de un Zelote

 


Todo tenemos distintos gustos, porque somos distintos. ¡¡Pero creo que el fin es parecernos no yo a ti ni tú al pastor u otra persona, sino parecernos a Cristo!! ¡¡Al único ejemplo perfecto que tenemos!!

Cada persona es diferente y por ende sus experiencias difieren y de igual forma moldean su caminar y su forma de ver la vida. Dios nos ha permitido atravesar circunstancias particulares que nos llevan hacia la misión, el propósito que Dios tiene con nosotros. Dios no se equivoca.

En mi caso, cuando estuve en mi primera iglesia por esas cosas de la vida, conocí el rock cristiano y eso empezó a abrirme puertas diferentes y me aparto del molde de lo que muchos consideran un cristiano normal.

Y así me retire de la iglesia y llegue a un lugar “No Convencional” en donde muchos hacían fanzines y tenían una relación con distintos tipos de artes, nos hicimos amigos, crecimos, nos equivocamos y por cuestiones de Dios eso llego a su fin y nosotros seguimos nuestro camino de fe en otros horizontes.

Durante mi estancia en ese lugar comencé a escribir en un fanzine de metal llamado Sangre Suficiente, el cual duro muchos años y siempre era muy explícito en cuanto a algunas imágenes que usaba, sobre todo para las portadas. Pero en el camino me di cuenta de que era bueno que se pudiera entender la razón del uso de esas imágenes para poder luego explicárselo a quienes quisieran saberlo.

El tiempo se fue y anduve en otros lugares y recalé en una Iglesia convencional en la que tengo más de un año y en donde Dios me ha puesto con un propósito, pero eso no quiere decir que reniegue de mi pasado.

Puedo decir que mis tatuajes son una expresión de mi fe, mis gustos y de momentos que marcaron mi vida. Sigo escribiendo en blogs y en revistas de amigos, los cuales no se amoldan ni al sistema del mundo ni al punto de vista sesgado de muchas Iglesias. Prosigo en este camino de fe y sé que muchas cosas han cambiado con los años, pero, a pesar de que estemos un poco más viejos, seguimos con la pasión y la razón de nuestra misión intacta.

Larga vida a Dios, seguimos siendo contraculturales y frontales, porque a eso hemos sido llamados. No a seguir la corriente, sino a nadar en contra de ella.

Dios tiene siempre la última palabra y si en su voluntad él cierra puertas, él puede abrir otras.

Gloria a Dios.

Cuento: Un Virus que cambio nuestra forma de ver y vivir nuestras vidas.

 



¿Cuánto puede resistir un país las inclemencias de una crisis mundial y de un gobierno despreocupado e irresponsable?

Año 2020 y Simón acababa de renunciar a su trabajo para perseguir otros horizontes. Estaba con las pilas puestas y tenía programado viajar por un mes a Chile y Argentina para conocer y aprender. Él siempre decía que viajar era la mejor inversión que uno podía hacer, pues el conocer otras culturas distintas no tenía precio.

Luego del viaje, las cosas en Lima seguían normales, todos hacían su vida, la rutina diaria, Lima seguía siendo la ciudad caótica de siempre y cada uno vivía en su propio mundo. Pero las cosas estaban a punto de cambiar, una nube negra se veía venir en el horizonte.

En China, se estaba desarrollando un virus que al principio parecía seria de escala local, pero como estamos en tiempos en donde todo el mundo viaja de aquí para allá, el virus rápidamente se expandiría por todo el mundo, causando zozobra en la población mundial.

Inmediatamente muchos países cerraron sus fronteras y se pusieron en alerta roja. Pero lejos estábamos de saber lo que sucedería y las implicancias que este virus tendría en el mundo.

Simón se había enterado del virus, pero al igual que sus compatriotas no le daba mayor importancia y las cosas seguían iguales durante el mes de marzo. Pero alrededor del 10 de marzo de a pocos todo empezaría a cambiar. Apareció el primer infectado, no se tomaron las medidas necesarias y en poco tiempo llegarían a 43 y la cifra subía como la espuma.

Hasta que el 15 de marzo, lo que era un secreto a voces finalmente salto a la luz. El gobierno a través de un mensaje a la nación decretaba la cuarentena generalizada, lo que en la práctica significaba que todos debían permanecer en sus casas con orden de inamovilidad. El país quedaba paralizado. El gobierno no sabía cómo manejar la crisis, las personas tampoco entendían como debían de reaccionar, esto era algo nuevo.

Al pobre Simón le cancelaron el concierto de Guns and Roses, estaba muy triste por el hecho, pero luego entendió y se resignó.

A Simón esto le afectaba, pero no en un nivel demasiado alto, no podría salir a la iglesia, ni ver a sus amigos, tampoco a hacer deporte. Pero más allá de pensar en él, Simón meditaba en que sería de todas aquellas personas para las cuales el trabajar significaba comer, es decir sino trabajaban no comían.

En el Perú el 70% de los negocios son informales, entonces al encerrar a las personas en sus casas, significaba que ellas no comerían, pero parece que al gobierno eso no le importaba mucho. Por otro lado, empezaron a dar bonos, pero estos estuvieron mal planificados y solo beneficiaban a unos pocos y en contados casos a quienes no lo necesitaban.

Simón pasaba su encierro leyendo todo lo que podía, escribiendo en su PC, viendo series, cocinando y buscando la manera de mantenerse entretenido para no caer en la insania.

Los meses se hacían eternos y la solución parecía cada vez más lejana, las personas estaban desesperadas y ya no soportaban el encierro. La economía era la más golpeada y el país estaba cavando su propia tumba.

A mediados de junio el gobierno dio luz verde y levanto en parte el aislamiento, con medidas más flexibles. Las personas podían salir de sus casas con restricciones y se dio un impulso para reactivar la economía. Algo era algo.

Simón recibió la noticia con regocijo, sobre todo porque ya podía salir de su casa con precaución, pero era libre para empezar a recorrer la ciudad en dos ruedas otra vez. Y eso empezó a ser de a pocos recorrería Lima una y otra vez.

Los negocios empezaban a abrir sus puertas nuevamente y las personas empezaban a tomar las calles por asalto de nuevo, los centros comerciales abrían sus puertas con aforo limitado y la normalidad restringida regresaba de a pocos, un paso a la vez.

Los meses pasaban, el gobierno tomaba las cosas a la ligera y las personas se empezaron a acostumbrar a vivir con el virus y comenzaron a bajar la guardia. Parecía que el virus era uno más, solo había que hacer unos ajustes y listo, la vida seguía su curso.

Simón empezó a tener trabajos esporádicos que lo ayudaban en su alicaída economía, iba de un lado a otro en bici cumpliendo diversos encargos y se beneficiaba de la tecnología digital para cumplir otros. Paulatinamente empezó a agarrar confianza y comenzó a frecuentar a sus amigos de nuevo, eso lo mantenía vivo y con buen ánimo.

El año estaba llegando a su fin, y en el país las cosas andaban complicadas, el gobierno seguía tomando malas decisiones, el pueblo estaba cansado, el Congreso hacia lo que le daba la gana y en menos de un mes, el Perú llego a tener 3 presidentes diferentes, luego de mil complicaciones se eligió a Francisco Sagasti como mandatario

Llegaban las navidades y el pueblo se abalanzo a los Centro Comerciales y al Centro de Lima, al parecer para muchos de ellos la cuarentena había terminado y podían hacer las cosas con normalidad, pero la realidad era diferente. Era indignante ver lo que sucedía en la televisión.

Simón empezó un nuevo año con nuevas expectativas, en su ingenuidad creía que las cosas pronto mejorarían y que pronto toda la locura por fin llegaría a su fin. Tenía buen ánimo y sentía que pronto todo terminaría y la normalidad, o al menos algo parecido, pronto tocaría a la puerta.

En el mundo, había saltado la volada de una nueva forma del Covid en Inglaterra, el mundo se alertaba de nuevo y al parecer, aunque nadie lo decía abiertamente, el temor de regresar de nuevo a lo que tanto había costado salir, estaba en el aire.

Llego Febrero y los temores empezaron a ser fundados, el gobierno se alarmo pues los casos de Covid comenzaron a elevarse y el dolor se apoderaba de muchas familias.

Amigos cercanos de Simón, gente que alguna vez conoció, gente que eran amigos o familiares de amigos estaban cayendo enfermos presos del virus y muchos de ellos no podían resistir más y fallecían. Todos los días era escuchar que alguien pedía desesperadamente ayuda o que alguien partía de este mundo. La gente se empezaba a insensibilizar al escuchar de muertes a cada minuto.

El gobierno volvió a cometer el error de su antecesor y encerró a las personas de nuevo. Al parecer no entendieron o no quisieron entender que muchos se habían salvado económicamente de milagro la primera vez y que no resistirían un segundo encierro. Los negocios empezaron a cerrar por obligación y el país parecía que entraba en una crisis económica de nuevo. Y las personas desesperadas no sabían cómo salir, historias miles se escuchaban en la ciudad, pero el gobierno cerraba sus oídos, al parecer no les importaba el dolor del pueblo. Un sentimiento de impotencia se hacía sentir.

Simón otra vez en el encierro, escapándose de vez en cuando pues a los cautivos se les dio libertad por una miserable hora, no sabe que es lo que sucederá a futuro, pero entiende que el país no resistirá mucho tiempo más y que ya está en el límite. Se duele por sus hermanos.

Mientras tanto entre promesas de que todo terminara, de vacunas que nunca llegan, de escándalos por vacunados VIP, de elecciones en veremos, de migraciones extremas y otros tantos problemas, la incertidumbre es evidente.

Simón sabe que Lima es más grande que sus problemas, pero se cuestiona sobre él porque tiene los gobernantes que tiene. Él tiene la ventaja de que de alguna forma puede afrontar el encierro, pero siempre se pregunta que será de todas esas personas que están al límite. ¿Hasta dónde podrán aguantar? Él sabe que un cambio y medidas que den resultado son necesarias.

Simón no entiende como paso todo esto, el añora el poder pasear con su bicicleta con libertad, el tomar aire sin restricción, el ir a caminar por el Centro de Lima, asistir al cine con sus amigos, salir a comer, llegar a casa de madrugada, ir a un concierto…. El como muchos otros peruanos dice: Éramos felices, pero no lo sabíamos.

 

 

viernes, 19 de abril de 2024

JR Ribeyro (El que dio voz a los sin voz y el mudo que se atrevió a hablar)

 




Al buen Julio lo conocí mediante un primo, con ese famoso libro de Jorge Coaguila donde hacia hablar al mudo y de yapa nos entregaba algunos cuentos nunca antes publicados, la mayoría inéditos hasta esa fecha.

Cuentos como La Insignia y La Encrucijada fueron los primeros que pude leer.

Me cautivo su forma de escribir y quise leer más, encontré una recopilación de cuentos en donde quedé encandilado con Los Gallinazos sin Plumas y Por las Azoteas por mencionar solo dos, la manera de escribir, su humor y sus finales inesperados lo eran todo.

Encontré Dichos de Luder y Prosas Apatridas que un amigo me presto y me pareció muy ingenioso su tratamiento de diversos temas sin conexión aparente el uno del otro.

Conseguí dos de las primeras ediciones de la Palabra del Mudo mientras paseaba por el Jirón Quilca en Lima y los leí con avidez. Todo lo que fuera de Ribeyro lo consumía, me había vuelto un fan,

Paso el tiempo y La Palabra del Mudo salió en una nueva edición en dos tomos adquirí el segundo de ellos y me volví a enamorar de cuentos como Alineación, Tristes Querellas en la Vieja Quinta y Solo para Fumadores, que manera de contar historias, que forma tan magistral de atraer al espectador, de darle un espacio para poder hablar a aquellos marginados por la sociedad y no solo en los estratos sociales más bajos, Ribeyro se paseaba entre la clase baja, la clase alta, las provincias de Perú y diversos lugares de Europa, sus historias se desarrollaban alrededor del mundo.

Los Relatos Santracucinos le dio a Julio la oportunidad de recordar su niñez, de contar su historia por medio de relatos que oscilaban entre lo hilarante y lo trágico, esos cuentos eran de tan alta calidad que no podías dejar de leerlos, mi favorito es el más trágico de ellos llamado Los Otros donde se nos recuerda a aquellos que se fueron, tal vez demasiado pronto. 

Pero Julio nos abrió la puerta y nos permitió entrar y ver su intimidad a través de su diario íntimo La Tentación del Fracaso en donde con una claridad de su vocación literaria absoluta, nos lleva a través de los primeros años de su vida en Lima donde trabajaba en el estudio de abogados de su tío y se debatía entre este trabajo y su vocación de escribir, en esa época también era constantemente tentado por la bohemia en la que muchas veces caía inexorablemente.

Cuando se va a Europa pasa muchas penurias y tiene que trabajar de cualquier cosa por sobrevivir, luego de a pocos va consiguiendo mejores trabajos primero en la prensa y luego como diplomático.

En Europa se ve nuevamente tentado por la bohemia y las dudas que lo asaltan pues no sentía que fuera un gran escritor, escribía por temporadas y sentía que el éxito le era esquivo y eso lo deprimía sobremanera, aunque siempre se levantaba y continuaba adelante.

El Diario termina en 1978 con Julio casado y con un hijo, trabajando como Diplomático y tratando y llevar a la par su vocación literaria. Dicen los entendidos que hay mas diarios inéditos, pero aun no se sabe si alguna vez se llegaran a publicar.

Finalmente, mi afición por Julio me llevo a conseguir sus tres novelas, su libro en donde se encuentran sus piezas de teatro y otro titulado la Caza Sutil del que quede prendido, sobre todo por la sección Proverbiales

No se mi opinión cuente, pero Julio es a mi gusto junto a Ricardo Palma de lo mejor que ha dado el Perú, y a la vez bastante versátil pues se paseó por varios géneros literarios con gran destreza, aunque los cuentos siempre fueron lo mejor que hacía.

Por último, mencionar su biografía escrita hace unos pocos años por Jorge Coaguila su biógrafo oficial en donde podemos conocer más acerca de su vida. Así mismo reconocer la labor del Club Ribeyro quienes con pasión admirable promueven desde su trinchera la obra del flaco querido como ellos le dicen.