Semana Santa otra vez, es sin duda un hermoso momento
para poder reflexionar sobre nuestra Salvacion y sobre el alto precio que esta
costo (Efesios 1:7) pues la sangre del Unigénito Hijo de Dios fue derramada por
nosotros, pecadores indignos y hay un castigo al quien menosprecie ese regalo
tan hermoso que nos fue entregado (Hebreos 10: 29). Gracia gratuita, pero de ningún
modo barata.
Pero saben. Desgraciadamente la Semana Santa ha perdido
su sentido mas preciado en estos tiempos, es como si hubiéramos retrocedido a
los tiempos del Antiguo Testamento en donde los Judíos realizaban toda clase de
rituales pensando que con eso se ganarían el favor de Dios , Dios no demoro
mucho en responder lo que pensaba de ello:
22 Y si me ofreciereis vuestros
holocaustos y vuestras ofrendas, no los recibiré, ni miraré a las ofrendas de
paz de vuestros animales engordados.
23 Quita de mí la multitud de tus
cantares, pues no escucharé las salmodias de tus instrumentos.
24 Pero corra el juicio como las aguas,
y la justicia como impetuoso arroyo.
(Amos
5:22- 24)
En Semana Santa nos dicen que debemos de abstenernos de
muchas cosas (una de las mas ridículas es la de comer carne). En Semana Santa
se llenan las iglesias, los cerros colapsan por la cantidad de gente que va a
hacer peregrinaciones por allá, pero todo eso son solo señales externas,
rituales sin sentido que Dios aborrece, el mismo Jesús lo menciono en Mateo 23.
Por tanto hagan frutos dignos de arrepentimiento, Jesús esta
a la puerta y llama, dejen de ser religiosos y vivan una vida de acuerdo a los
patrones de Dios. El regalo inmerecido esta allí, no esperen que sea demasiado tarde. Recuerden Juan 3:16:
Porque
de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Y por último los dejo con este pensamiento:
LA GRACIA TIENE UNA FECHA DE CADUCIDAD
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