Se nos va el año 2012, esta vez personalmente no tan
rápido, pero de todas maneras tampoco tan lento. En el mundo las cosas van de
mal en peor, hay guerras, rumores de guerras, terremotos por todos lados y una
depravación tal que le podría escarapelar el cuerpo a cualquier puritano o
personaje de antaño.
En la tierra del tío Sam desgraciadamente los tiroteos
parecen ser como el pan de cada día y este año aun más trágico los niños
pagaron los platos rotos por la insania y estupidez de algunos, Europa se va a
pique por una inadecuada política económica y social, Latinoamérica llena de
dictaduras casi por todos lados y Perú inmerso en sus propios problemas y con
la delincuencia levantándose cada vez sin que nadie haga algo por detenerla.
A nivel eclesial vemos iglesias por todos lados y a gusto
del cliente y los Pseudo pastores a quienes les gusta trasquilar a las ovejas
siguen por allí ganando dinero a costa de los incautos, mientras que la iglesia
perseguida sigue luchando en África y Asia sin tener mayor publicidad pero en
contraparte en el cielo tendrán una gran recompensa.
Este año muchos creyeron que se acababa el mundo, cuando
la Biblia dice que nadie sabe el día ni la hora, pobrecitos, si tan solo
miraran al cielo. Aunque Dios está más cerca de lo que imaginan.
Y nos despediremos del 2012 el día de hoy, algunos
buscando arriba, otros enfrascados en sus tradiciones, otros chupando hasta
quedar tirados, algunos recordando a algún ser querido que ya no está más, otros
tantos renegando del sistema.
Pero la verdad es que es un tiempo para reflexionar y preguntarse
que nos dejo el año que paso, en que debemos de mejorar y que cosas debemos de
corregir, no dejemos pasar que la algarabía de las masas nos contagie,
reflexionemos y pidámosle a Dios sabiduría para no solo empezar sino también terminar
el 2013 con la frente en alto por los objetivos trazados y logrados.
Feliz Año y que Dios los bendiga a todos.
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