Una de las cosas más comunes entre artistas soñadores es
que ellos creen que pueden vivir de su arte, lo que realmente es verdad, pero
no es tan fácil como algunos lo quieren hacer ver y en algunos casos (en
realidad en la mayoría) se necesita de un golpe de suerte o de una ayudadita
del destino o de simplemente estar en el lugar correcto en el momento correcto.
Ya no estamos en los ochentas ni en los noventas, en
donde las cosas eran complicadas de por sí, pero no tanto como lo es ahora,
aparentemente las cosas deberían de ser más fáciles con la modernidad de estos
tiempos, pero desgraciadamente, es todo lo contrario.
Se han puesto de moda por estos días los programas de
talentos que son un buen trampolín para los que quien vivir de su talento, pero
también hemos visto que estos concursos muchas veces son engañosos y no son lo
que aparentan.
Las miniseries como Guerreros de Arena que cuenta la
historia de los bailarines que Vania Masias encontró en las calles limeñas
pueden también dar falsas esperanzas pues hay que recordar que hay cientos de
bailarines en Lima y que estos chicos tuvieron suerte pues estuvieron en el
lugar correcto en el tiempo correcto y algo que muy pocas personas saben es que
en realidad fueron cuarenta jóvenes los que recluto Vania de los cuales
finalmente quedaron tan solo doce que finalmente lograron salir adelante.
Finalmente, ¿Qué queda hacer?, mi consejo personal es que
uno debe de ser realista, no darse por vencido eso sí y luchar por sus sueños,
pero no esperar sentado a esperar que eso pase, yo he aprendido a desarrollar
mi arte, pero paralelamente a ello y por la gracia de Dios puedo tener un
trabajo que no esta relacionado con mi arte pero que me ayuda a mi economía y
me permite seguir desarrollando mi arte y a traves de ella poder ayudar a las
personas.
Quien sabe quizás en un futuro
algo pase y me permita hacer dinero con mis talentos, pero por ahora estoy
feliz trabajando y creando nuevas ideas y poniéndolas en papel
A veces hay que poner lo que amamos a un lado y hacer
cosas que tal vez no nos agraden, pero eso nos ayuda a madurar y crecer, todas
las cosas tienen un tiempo y el arte también.
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