Viaje Misionero a Huayacundo Arma

Mi cuarto viaje misionero fue al final de cuentas uno de los mejores que me ha tocado vivir, cosas maravillosas sucedieron y tuve el privilegio de ser parte de un gran equipo de Misioneros con un gran corazón por la causa.
Estuvimos en Huayacundo Arma un distrito de la provincia de Huaytara perteneciente al departamento de Huancavelica. Huayacundo es un pueblo relativamente pequeño con una población de un poco más de 400 personas en donde la mayoría se dedican al trabajo en las chacras y muchos de sus habitantes emigran a Ica o Lima y regresan de vez en cuando a Huayacundo.

Las personas son amables, abiertas a escuchar el mensaje de Dios y con una gran sed de aprender más, pues a diferencia de otros lugares en donde he estado cuando nos toco enseñar a las personas están siempre preguntaban y no solo eran preguntas simples sino más bien preguntas que reflejaban su hambre por aprender la verdad.

Recuerdo el caso de un niño llamado Bryan con quien pude entablar una bonita amistad quien nos pregunto acerca de cómo era Estados Unidos antes de las Torres Gemelas y me dio una descripción completa sobre un libro cuyo nombre se me fue de la mente.

En cuanto a los misioneros, bueno que les puedo decir ,eran una verdadera familia ,unidos , con pasión por lo que hacían y comprometidos con su trabajo y con integrarse al pueblo con tal dedicación que ayudaban en lo que podían, no tenían temor de mancharse las manos y hasta comieron la comida del lugar cosa que no he visto hacer a otros misioneros.

En resumen este ha sido uno de los mejores viajes en el que podido participar, hice amigos, conocí gente que realmente vale la pena y tuvo la oportunidad de ir a un lugar como pocos con gente maravillosa y lo mejor de todo es que la Palabra de Dios fue compartida y sembrada en los corazones de las personas.

Con todo mi corazón puedo decir que me encantaría regresar a Huayacundo Arma, tantas veces como sea posible y visitar una vez a los amigos que deje allí.