Esta es una nota un poco extraña, pero cargada de nostalgia, pues a veces como alguien dijo por allí recordar es volver a vivir.
Hace ya varios días que al transitar por mi barrio veo con asombro y un poco de tristeza que aquella bodega que me acompaño a través de mi niñez, mi adolescencia y mi juventud ya no está más con nosotros, parece que cerró sus puertas definitivamente quedando tan solo como un recuerdo, grato, pero recuerdo al fin.
Si bien es cierto que hace tiempo que no la visitaba, me duele su triste final pues hace buen tiempo que la competencia creció y ella se quedo cada vez más y mas sola pues ya nadie quería ir a visitarla y quizás quien sabe nosotros quien tanto la queríamos fuimos los directos responsables de su desaparición, por indiferentes, por desleales.
Ahora recién cuando vemos sus puertas cerradas nos da tristeza, luego de que la abandonáramos, prefiriendo a aquellos individuos que pusieron sus bodegas llenas de novedosos productos y un poco más cerca, solo un poco, pero más cerca al fin, tanto como para atraer nuestra atención y hacer que cayéramos inexorablemente en su tentación y nos volveríamos los mas viles infieles
Y al final de cuentas quien sabe esta sea la historia de tantas otras bodegas, que iniciaron, pero que le tiempo y la indiferencia las mato, porque pudieron ser pioneras, pero la competencia y la falta de desarrollo terminaron por matarlas, pero así es la vida, así son las cosas.
Adiós CHAUCA, fue bueno mientras duro, siempre tendrás un lugar en mi memoria…
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