miércoles, 11 de septiembre de 2024

Se nos fue Alberto “El Chino” Fujimori.


Cuenta la historia del Perú que luego del desastroso gobierno de Alan García en los 80 y un país sumido en una crisis sin precedentes, el pueblo pedía un nuevo rumbo y alguien que los sacara de la crisis.

Un escritor conocido se puso las pilas y luego de meditarlo por largo tiempo y conseguir el financiamiento necesario se puso las pilas y empezó su campaña, campaña que de por si muchos daban por ganada, lo tenía todo a su favor para para ganar, salvo que se equivocó en dos cosas: Numero uno la gente se aburrió por la sobre exposición de su imagen en la TV y en segundo lugar le falto astucia política al ser demasiado ingenuo y decir que para restaurar el país debía de haber una recesión para poder sacar adelante al país, los peruanos palidecieron y miraron a otro lado.

En la tienda del frente apareció un pintoresco personaje que venía de ser profesor y rector de la Universidad Agraria y tenía un programa que al parecer nadie veía. Este chino se aprovechó de las falencias de Vargas Llosa e hizo alianza con algunos partidos políticos (a quienes luego de ganar les metería una patada en el fundillo). Contra todo pronóstico ganaría las elecciones y lo primero que haría seria copiar parte del plan de gobierno de su contrincante y poner en marcha el shock económico que tanto había negado que haría.

Antes de ganar las elecciones Fujimori empieza a colaborar con Vladimiro Montesinos contratado inicialmente por la esposa de Fujimori, Susana Higuchi, la ayudó en polémicos negocios inmobiliarios, lo que llevó a la desaparición de los papeles del caso y a la retirada de las acusaciones de evasión fiscal. Esto marcó el inicio de la relación Fujimori-Montesinos quienes juntos tramaron la estrategia para ganar las elecciones. Cabe destacar que luego de ganarlas según se dice Fujimori decidió utilizar el polémico plan verde (https://es.wikipedia.org/wiki/Plan_Verde)

Fujimori tuvo suerte pues en su lucha contra el terrorismo recibiría la ayuda del Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) que con paciencia y perfil bajo idearon una estrategia para erradicar el terrorismo sin ayuda del estado y bajo sus propios recursos, pero que al ser piezas fundamentales de la captura de Abimael Guzmán quedaron a un lado llevándose Fujimori y el “peón” Ketín Vidal todo el crédito.

Esto le gano varios puntos al gobierno quien durante su primer periodo se encargó de controlar la crisis económica e impulsar la privatización de varias empresas del estado que contribuyeron con la economía del país. Cabe señalar el lamentable suceso de el autogolpe y el posterior cierre del congreso.

Luego de terminar su primer periodo, Fujimori se lanza en un segundo gobierno y es aquí en donde comienza con ayuda de Montesinos a actuar como un dictador, por un lado silenciando a los medios de comunicación bajo amenazas o comprando favores, favoreció programas basura para mantener controlada la población, compro diarios para atacar a sus opositores, además con ayuda del Servicio de Inteligencia (SIN) creo una guerra de baja intensidad (El uso de fuerzas militares por parte del Estado, aplicadas de manera selectiva y con moderación, para hacer cumplir sus políticas u objetivos) la cual para algunos fue necesaria, pero para otros excesivamente violenta y en donde muchos inocentes pagaron las consecuencias de esta guerra.

Fujimori quiso postular una tercera vez, lo logro, pero luego salto el escándalo y toda la red de corrupción que había armado salió a la luz y decidió huir a Japón y renunciar por fax. En Japón estaba tranquilo, pero ansiaba el poder por lo que decide regresar en el 2005 para ser arrestado en Chile y luego de un tiempo extraditado al Perú en donde pasaría sus días entre la cárcel y la libertad, indultado una primera vez fue recluido nuevamente para finalmente salir en libertad este año.

Su hija Keiko por otro lado es la que más daño le ha hecho al país pues su sed de poder nos ha empujado a la situación en la que nos encontramos en este momento sin una aparente solución a la vista.

Ahora bien. Es cierto que el gobierno de Fujimori estuvo plagado de corrupción, pero el Perú se levantó de la crisis de los gobiernos anteriores con una bonanza que llegaría hasta el fallido gobierno de PPK. Ayudo (con ayudin) a erradicar el terrorismo e hizo muchas otras cosas positivas por el país que fueron manchadas por su corrupción.

¿Sin embargo, no es excesivo el enrostrarle en la cara todo el odio y rencor que algunos le tienen?

A veces creo que todos esos que tanto empujan al odio son “rojos” que estaban escondidos durante su gobierno con la cabeza agachada y que luego de un “plan maestro” han tomado el control del país y mueven este odio para poder seguir controlando el país a su antojo, usando a una población demasiado polarizada.

Creo que con la muerte de Fujimori ha muerto el fujimorismo y se le ha puesto el ultimo clavo al ataúd de Keiko que debería de hacerse un favor y dar un paso al costado.

¿Fue necesario el gobierno de Fujimori? ¿Qué hubiese pasado si Vargas Llosa o Pérez de Cuellar hubiesen gobernado? Son preguntas que nunca sabremos.

Salvando las distancias a veces pienso en el gobierno de Pinochet en Chile. ¿Fue necesario para sacarlos de la crisis a un costo tan alto?

Por último, el Perú siempre ha sido un país corrupto, háganse un favor y lean el libro “Historia de la Corrupción en Perú” 

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